Diferencia entre revisiones de «Civilizacion Occidental: volver a los origenes»

 
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Mientras la civilización cristiana (católica, pues el protestantismo sirvió al liberalismo contra esos orígenes) tenía a la Verdad, originada en Dios, como el fundamento, tanto de la ciencia natural, como de la ciencia social, la falsa ilustración tuvo en la práctica al poder del más fuerte como su fundamento. La base de las leyes para la civilización cristiana, por ejemplo, eran la justicia divina, la Verdad. No como decía Hobbes, uno de los fundadores de la ilustración y el liberalismo: "la autoridad,  no la verdad, es la que hace la ley".  
 
Mientras la civilización cristiana (católica, pues el protestantismo sirvió al liberalismo contra esos orígenes) tenía a la Verdad, originada en Dios, como el fundamento, tanto de la ciencia natural, como de la ciencia social, la falsa ilustración tuvo en la práctica al poder del más fuerte como su fundamento. La base de las leyes para la civilización cristiana, por ejemplo, eran la justicia divina, la Verdad. No como decía Hobbes, uno de los fundadores de la ilustración y el liberalismo: "la autoridad,  no la verdad, es la que hace la ley".  
  
En realidad la democracia occidental tuvo como fundamento, superando a la griega o la romana, la doctrina de que todos los humanos son iguales ante Dios. En la edad media esto era mucho decir, pues esa igualdad política incluía sectores sociales y nacionales discriminados (como lo son aún hoy en muchos lugares) a las mujeres, los negros, los indios, los esclavos, los niños, los adultos mayores y cualquier persona independientemente de su raza, cultura, religión y nacionalidad. La historia desde esa falsa ilustración no nos ha llevado a esto, sino a la prevalencia de los poderosos en la sociedad, sea por lo económico o por lo político, con sus discriminaciones sociales, de género, raciales, culturales, nacionales.  
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En realidad la democracia occidental tuvo como fundamento, superando a la griega o la romana, la doctrina de que todos los humanos son iguales ante Dios. En la edad media esto era mucho decir, pues esa igualdad política incluía a todos los sectores sociales y nacionales discriminados (como lo son aún hoy en muchos lugares), como las mujeres, los negros, los indios, los esclavos, los niños, los adultos mayores y cualquier persona independientemente de su raza, cultura, religión y nacionalidad. La historia desde esa falsa ilustración no nos ha llevado a esto, sino a la prevalencia de los poderosos en la sociedad, sea por lo económico o por lo político, con sus discriminaciones sociales, de género, raciales, culturales, nacionales.  
  
El poder político y el económico han ido juntos. Y eso ha ocurrido tanto en el liberalismo como en el comunismo. La crisis que vivimos muestra la auto-destrucción de occidente. De hecho, hoy la alianza del comunismo (China) con lo peor del liberalismo (las grandes corporaciones mediáticas, financieras, farmacológicas, tecnológicas), lograron capturar el poder ejecutivo nacional de Estados Unidos para colocar a un títere, Joe Biden, mediante un mega-fraude. A partir de ahí pretenden capturar todo el país del norte, y luego el mundo entero. Y ese Estado Profundo pretende, ilusamente, rescatar al mundo de la hecatombe que viene en camino en estos tiempos apocalípticos. Entre sus “soluciones” está la eliminación, directa o indirecta, de los pobres de la tierra para, por esa vía, rescatar supuestamente el medio ambiente. Esas falsas soluciones pasan no solo por conservar ese poder político-económico que nos ha  llevado, sin lo espiritual-natural, al apocalipsis, sino afianzarlo, coordinarlo y extenderlo a nivel planetario.  
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El poder político y el económico han ido juntos. Y eso ha ocurrido tanto en el liberalismo como en el comunismo. La crisis que vivimos muestra la auto-destrucción de occidente. De hecho, hoy la alianza del comunismo (China) con lo peor del liberalismo (las grandes corporaciones mediáticas, financieras, farmacológicas, tecnológicas), lograron capturar el poder ejecutivo nacional de Estados Unidos colocando un títere a su servicio, Joe Biden, mediante un mega-fraude. A partir de ahí pretenden capturar todas las instituciones del país del norte y luego el mundo entero: el sistema rentista se comporta como un equilibrio dinámico de punto fijo estable (una suerte de hueco negro político-social), y no se conforma solo con parte de la torta: la quiere toda.  
  
Una de las debilidades de ese estado profundo es que no tiene un fundamento espiritual. Por lo menos desde Kurt Gödel, con sus teoremas de la incompletitud de la matemática, se sabe que lo racional, por muy bueno que sea, es sencillamente incapaz de abarcar, y explicar, toda la realidad. Se hace no solo incompleto, sino contradictorio: pretender imponer la razón por sobre las cosas te lleva, en el mejor de los casos, a la torre de Babel y el derrumbamiento del edificio, que es lo que tenemos ante nuestros ojos.  
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Ese Estado Profundo pretende, ilusamente, rescatar al mundo de la hecatombe que viene avasallantemente en camino en estos tiempos apocalípticos. Entre sus “soluciones” está la eliminación, directa o indirecta, de los pobres de la tierra para, por esa vía, rescatar supuestamente el medio ambiente. Esas falsas soluciones pasan no solo por conservar ese poder político-económico que nos ha  llevado a la hecatombe, sino también por afianzarlo, coordinarlo y extenderlo a nivel planetario. Quien falló pide más poder y radicalizar las “soluciones” que nos han llevado al infierno. Lo que hace falta es quitarles el poder, no darles más. El poder le pertenece a los ciudadanos. Por mandato divino, además: Si no lo tienen es que no hay democracia, y es lo que hay que cambiar.  
  
Se necesita, pues, un fundamento espiritual. En ese sentido, no por casualidad, ese vacío espiritual de la alianza entre el comunismo y el liberalismo lo provee el Islam, con otro jugador no siempre mencionado en la alianza entre China y las grandes corporaciones: Irán.  
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Una de las debilidades de ese estado profundo es que no tiene un fundamento espiritual. Y es imprescindible, pues desde Kurt Gödel, con sus teoremas de la incompletitud de la matemática, se sabe que lo racional, por muy bueno que sea, es sencillamente incapaz de abarcar, y explicar, toda la realidad. Ni siquiera la material. Se hace no solo incompleto, sino contradictorio: pretender imponer la razón por sobre las cosas te lleva, en el mejor de los casos, a la torre de Babel y el derrumbamiento del edificio, que es lo que tenemos ante nuestros ojos.  
  
El Islam pone a Mahoma y a Jesús como profetas del mismo Dios, pero colocan al primero por sobre el segundo. Quienes conocen los evangelios y el Corán, sin ir más lejos, se darán cuenta de que la comparación no tiene sentido alguno. Incluso para estándares solo humanos. La riqueza de la enseñanza de Jesús está a años luz de la de Mahoma. Y la profundidad espiritual de sus enseñanzas no tiene nada que ver con las de Mahoma, cuya base es realmente política, como lo muestra Raymond Ibrahim en su libro “La espada y la cimitarra”. Se trata de una utilización política de la religión, como le dijo en son de queja su misma esposa a Mahoma cuando este transgredió su propia ley, que impedía tener más de cuatro esposas (aunque podía tener todas las concubinas que quisiera)  presuntamente por una excepción sobre todos los musulmanes y los humanos que le concedió Dios en una visión: "Siento que tu Señor te concede rápidamente tus deseos".  
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Se necesita, pues, un fundamento espiritual. En ese sentido, no por casualidad, ese vacío espiritual de la alianza entre el comunismo y el liberalismo lo provee el Islam, mediante otro jugador no siempre mencionado en la alianza entre China y las grandes corporaciones: Irán. Y no se menciona porque el Islam es experto, a través de los siglos, en el enmascaramiento de sus verdaderas intenciones mediante la taqiyya (disimulación). Ya lo estamos viendo, en su nueva invasión de nueva generación, a Europa, y con los talibanes en Agfanistán. Es cierto que la masonería ha sido la religión de la ilustración. Pero se convirtió desde un principio en una mafia de poder político-económico con sincretismo religioso, sin la coherencia del Islam.  
  
Pero no es solo de doctrinas, por si fuera poco: “por sus obras los conoceréis”, decía Jesús, y su frase es el fundamento tanto del método científico natural como del social, y de la gerencia de negocios y la buena política (por lo de que la mujer del César debe no solo ser honesta, sino también parecerlo): Es que el cristianismo ha servido, en su desempeño práctico, para traer la solidaridad, la igualdad, la verdadera fraternidad, la justicia, a diferencia de la revolución francesa, el adalid inicial el liberalismo que rompió con las raíces del cristianismo, entre los humanos, mientras que el islamismo ha servido para expandir el poder político de ciertas personas sobre otras. En particular, ahora, con el Estado Profundo y sus doctrinas sociales “moderniza” el islamismo, que al fin y al cabo nunca renuncia a sus ansias de dominación universal y se enmascara con la taqiyya (disimulación o enmascaramiento) para justificar la dominación de los poderosos.  
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El Islam pone a Mahoma y a Jesús como profetas del mismo Dios, pero colocan al primero por sobre el segundo. Quienes conocen los evangelios y el Corán, sin ir más lejos, se darán cuenta de que la comparación no tiene sentido alguno. Incluso para estándares solo humanos. La riqueza de la enseñanza de Jesús está a años luz de la de Mahoma. Y la profundidad espiritual de sus enseñanzas no tiene nada que ver con las de su presunto competidor, cuya base es realmente política, como lo muestra Raymond Ibrahim en su libro “La espada y la cimitarra”. Se trata de una utilización política de la religión, como le dijo su prometida Aïcha a Mahoma cuando este transgredió su propia ley, que impedía tener más de cuatro esposas (aunque podía tener todas las concubinas que quisiera) por una presunta excepción personal que le concedió Dios en una visión: "Siento que tu Señor te concede rápidamente tus deseos".
  
La verdadera solución apunta, como lo he argumentado en La Vía Solidaria,
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Pero no es solo de doctrinas, por si fuera poco: “por sus obras los conoceréis”, decía Jesús, con una frase que es el fundamento tanto del método científico natural como del social, y también de la gerencia de negocios y la buena política (por lo de que  la mujer del César debe no solo ser honesta, sino también parecerlo): Es que el cristianismo ha servido, en su desempeño práctico, para traer la solidaridad, la igualdad, la verdadera fraternidad, la justicia. Esto, a diferencia de la revolución francesa, el adalid inicial el liberalismo que rompió con las raíces del cristianismo. Esa revolución que predicaba igualdad, libertad y fraternidad, cuando nos ha llevado en la práctica a las pugnas entre egos exacerbados, a la desigualdad aberrante y a esclavitud panóptica, con sus cárceles mentales y sus noticias engañosas (fake news). Mientras tanto, su candidato a líder espiritual, el Islam, ha servido para expandir y justificar el poder político de ciertas naciones, grupos y personas sobre otras.
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En particular, ahora, el Estado Profundo, con sus doctrinas sociales, que utilizan a los desvalidos a su favor mediante el engaño mediático y doctrinario, tiene la alternativa, muy conveniente, de “modernizar” el islamismo, que al fin y al cabo nunca renuncia a sus ansias de dominación universal y se enmascara con la taqiyya para justificar los fines de los poderosos. Mientras el cristianismo ha mostrado impulso práctico a la democracia, esa alternativa ha mostrado, con sus prácticas y sus métodos, no solo la dominación de unos sobre otros, sino su inhabilidad para resolver los problemas abismales y apocalípticos del mundo. 
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La verdadera solución apunta, por eso, como lo he argumentado en La Vía Solidaria,
  
 
https://www.quehacer.wiki/wiki/La_V%C3%ADa_Solidaria
 
https://www.quehacer.wiki/wiki/La_V%C3%ADa_Solidaria
  
a la recuperación de la democracia verdadera y a la solidaridad, no solo como desiderátum, sino como valor de supervivencia para la raza humana: porque es más eficiente, realmente. Y esa eficiencia es tanto de cara a lo social, como de cara a lo natural también: la armonía entre la naturaleza y la humanidad es un requisito sine qua non para la supervivencia. Y en este momento, para el renacimiento, la refundación. Como vemos, esto requiere poner a Dios, el fundamento de lo natural (y sus ciencias) y lo social (y sus ciencias) por encima de lo político, mientras que el Islam, la alternativa del Estado Profundo, pone lo político por encima de Dios y usa lo espiritual como una herramienta de lo político, para justificar el poder político de los poderosos en lo económico, realmente. Como le dijo su esposa a Mahoma.  
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a la recuperación de la democracia verdadera y a la solidaridad, no solo como desiderátum, sino como valor de supervivencia para la raza humana: porque es más eficiente, como lo muestro en el artículo. Y esa eficiencia es tanto de cara a lo social, como de cara a lo natural también: la armonía entre la sociedad y el medio ambiente natural es un requisito sine qua non para la supervivencia. Y, en este momento, para el renacimiento, la refundación de la civilización de los humanos. Como vemos, esto requiere poner a Dios, el fundamento de lo natural (y sus ciencias) y lo social (y sus ciencias) por encima de lo político, mientras que el Islam, la alternativa del Estado Profundo, pone lo político por encima de Dios y usa lo espiritual como una herramienta para justificar la preeminencia de los poderosos en lo económico y lo político, realmente. Como le dijo Aïcha a Mahoma.
  
Lo que le ha faltado a los líderes y los sistemas políticos, sean comunistas o liberales, es lo que descubrió indirectamente Kurt Gödel cuando estableció claramente los límites de las ciencias solo basadas en la razón, según reza el libro de los Proverbios en su capítulo 3, versículos 5 y 6: "Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría.  En cualquiera cosa que hagas, tenlo presente: él aplanará tus caminos."  
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Lo que le ha faltado a los líderes y los sistemas políticos, sean comunistas o liberales, es la base espiritual de toda acción humana, como descubrió indirectamente Kurt Gödel cuando estableció claramente los límites de las ciencias solo basadas en la razón. Esto está claramente reflejado en el libro de los Proverbios en su capítulo 3, versículos 5 y 6: "Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría.  En cualquiera cosa que hagas, tenlo presente: él aplanará tus caminos."  
  
En lo político, pues, la verdadera solución requiere una gran alianza de los ciudadanos excluidos por el poder, cuando deben ser los verdaderos soberanos a los cuales el poder político, mediático, financiero, productivo, tecnológico, deben servir en vez de servirse e ellos. Y la alianza incluye a Venezuela, usada como pivote y modelo por el estado profundo para capturar a Estados Unidos y Latinoamérica. La alianza es, pues, de los ciudadanos venezolanos y dele mundo entero, como la promovida por el  Movimiento Libertadores:  
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En materia de acción política, la verdadera solución requiere una gran alianza de los ciudadanos excluidos por el poder. Ellos, los verdaderos soberanos según las teorías tanto comunistas como liberales, a quienes los poderes políticos, mediáticos, financieros, productivos y tecnológicos deben servir, deben unirse para cambiar las cosas, de la mano de Dios, pues esos poderes hasta ahora se han servido de ellos en vez de servirlos y han producido un desastre ecológico y humano insoluble, insoportable e insostenible por sus medios. Y la alianza incluye a Venezuela, usada como pivote y modelo por el estado profundo para capturar a Estados Unidos y Latinoamérica. La alianza es, pues, de los ciudadanos venezolanos y del mundo entero, como la promovida por el  Movimiento Libertadores:
  
 
https://www.movimientolibertadores.com/doc/QueHacerBidenGuaido.pdf
 
https://www.movimientolibertadores.com/doc/QueHacerBidenGuaido.pdf
  
Estamos en plena guerra de nueva generación, y muchos no se han dado cuenta de ello. La buena noticia es que los patriotas de Estados Unidos, bajo el liderazgo de Donald Trump, están dando la pelea, y se anuncian buenos resultados para nosotros los que impulsamos el empoderamiento ciudadano en todos lados.  
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Estamos en plena guerra de nueva generación y muchos no se han dado cuenta de ello. La buena noticia es que los patriotas de Estados Unidos, bajo el liderazgo de Donald Trump y con el signo de un renacimiento espiritual cristiano, están dando la pelea y se anuncian buenos resultados para nosotros los que impulsamos el empoderamiento ciudadano en todos lados.  
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Es de hacer notar, por último, que algunos miembros importantes de la iglesia católica están también fallando en estos momentos de suma confusión y de derrumbamiento de la torre de Babel. El Papa Francisco con frecuencia se convierte en instrumento el Estado Profundo con sus coqueteos con Bill Gates, por ejemplo, o los Clinton y Joe Biden. También por la estrategia de cohabitación con el régimen de Maduro, influenciado por los jesuitas venezolanos. Los católicos laicos, junto con líderes del clero como el Padre Carlos Ruiz, mencionado al principio, estamos haciendo un trabajo para aclarar estas cosas.  En mi caso, por ejemplo, mediante este artículo para mostrar la instrumentalización de Satanás de gente buena, como el Padre Ugalde y otros jesuitas venezolanos:
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https://www.quehacer.wiki/wiki/Hay_que_votar,_Padre_Ugalde,_pero_para_elegir_nueva_dirigencia_opositora
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A ver qué les parece. Abramos el debate sobre lo fundamental: actuemos localmente, pero pensemos globalmente, incluyendo no solo lo territorial, sino lo espiritual, para que todo tenga sentido.  
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A ver qué les parece. Abramos el debate sobre lo fundamental: actuemos localmente, pero pensemos globalmente, incluyendo no solo lo territorial y geopolítico, sino lo espiritual, para que todo tenga sentido. Pues, por si no lo han notado, esta guerra de nueva generación incluye, de manera determinante, una lucha frontal entre el bien y el mal. Nada menos. 
  
 
Cordialmente y pendientes, que ahora es cuando viene lo bueno,  
 
Cordialmente y pendientes, que ahora es cuando viene lo bueno,  
  
 
Felipe
 
Felipe

Revisión actual del 23:34 19 ago 2021

Civilización Occidental: volver a los orígenes, so pena de la extinción humana

Felipe Pérez Martí

23 de Julio de 2021.

Hola, amigos. Les quiero comentar una excelente entrevista a Raymond Ibrahim, experto en la cultura y la historia musulmanas, que ha investigado la persistencia de la yihad islámica contra la cristiandad. Como verán en su análisis histórico de largo aliento, él afirma que términos como "Occidente" o "Bizancio" solo tienen como función eliminar la palabra "Cristianismo":

https://www.religionenlibertad.com/polemicas/15782825/terminos-occidente-bizancio-eliminar-palabra-cristianismo.html


Atando cabos, tenía razón el Padre Carlos Ruiz en su “Historia de la Iglesia Católica” sobre el origen cristiano de la civilización occidental, con su democracia, las ciencias naturales y las sociales. Que fueron trastocadas tanto por el comunismo como por el liberalismo, doctrinas y sistemas que quitaron el fundamento espiritual de tal civilización que se había establecido desde la Edad Media, mal llamada por la falsa ilustración como “Edad Oscura”.

Mientras la civilización cristiana (católica, pues el protestantismo sirvió al liberalismo contra esos orígenes) tenía a la Verdad, originada en Dios, como el fundamento, tanto de la ciencia natural, como de la ciencia social, la falsa ilustración tuvo en la práctica al poder del más fuerte como su fundamento. La base de las leyes para la civilización cristiana, por ejemplo, eran la justicia divina, la Verdad. No como decía Hobbes, uno de los fundadores de la ilustración y el liberalismo: "la autoridad, no la verdad, es la que hace la ley".

En realidad la democracia occidental tuvo como fundamento, superando a la griega o la romana, la doctrina de que todos los humanos son iguales ante Dios. En la edad media esto era mucho decir, pues esa igualdad política incluía a todos los sectores sociales y nacionales discriminados (como lo son aún hoy en muchos lugares), como las mujeres, los negros, los indios, los esclavos, los niños, los adultos mayores y cualquier persona independientemente de su raza, cultura, religión y nacionalidad. La historia desde esa falsa ilustración no nos ha llevado a esto, sino a la prevalencia de los poderosos en la sociedad, sea por lo económico o por lo político, con sus discriminaciones sociales, de género, raciales, culturales, nacionales.

El poder político y el económico han ido juntos. Y eso ha ocurrido tanto en el liberalismo como en el comunismo. La crisis que vivimos muestra la auto-destrucción de occidente. De hecho, hoy la alianza del comunismo (China) con lo peor del liberalismo (las grandes corporaciones mediáticas, financieras, farmacológicas, tecnológicas), lograron capturar el poder ejecutivo nacional de Estados Unidos colocando un títere a su servicio, Joe Biden, mediante un mega-fraude. A partir de ahí pretenden capturar todas las instituciones del país del norte y luego el mundo entero: el sistema rentista se comporta como un equilibrio dinámico de punto fijo estable (una suerte de hueco negro político-social), y no se conforma solo con parte de la torta: la quiere toda.

Ese Estado Profundo pretende, ilusamente, rescatar al mundo de la hecatombe que viene avasallantemente en camino en estos tiempos apocalípticos. Entre sus “soluciones” está la eliminación, directa o indirecta, de los pobres de la tierra para, por esa vía, rescatar supuestamente el medio ambiente. Esas falsas soluciones pasan no solo por conservar ese poder político-económico que nos ha llevado a la hecatombe, sino también por afianzarlo, coordinarlo y extenderlo a nivel planetario. Quien falló pide más poder y radicalizar las “soluciones” que nos han llevado al infierno. Lo que hace falta es quitarles el poder, no darles más. El poder le pertenece a los ciudadanos. Por mandato divino, además: Si no lo tienen es que no hay democracia, y es lo que hay que cambiar.

Una de las debilidades de ese estado profundo es que no tiene un fundamento espiritual. Y es imprescindible, pues desde Kurt Gödel, con sus teoremas de la incompletitud de la matemática, se sabe que lo racional, por muy bueno que sea, es sencillamente incapaz de abarcar, y explicar, toda la realidad. Ni siquiera la material. Se hace no solo incompleto, sino contradictorio: pretender imponer la razón por sobre las cosas te lleva, en el mejor de los casos, a la torre de Babel y el derrumbamiento del edificio, que es lo que tenemos ante nuestros ojos.

Se necesita, pues, un fundamento espiritual. En ese sentido, no por casualidad, ese vacío espiritual de la alianza entre el comunismo y el liberalismo lo provee el Islam, mediante otro jugador no siempre mencionado en la alianza entre China y las grandes corporaciones: Irán. Y no se menciona porque el Islam es experto, a través de los siglos, en el enmascaramiento de sus verdaderas intenciones mediante la taqiyya (disimulación). Ya lo estamos viendo, en su nueva invasión de nueva generación, a Europa, y con los talibanes en Agfanistán. Es cierto que la masonería ha sido la religión de la ilustración. Pero se convirtió desde un principio en una mafia de poder político-económico con sincretismo religioso, sin la coherencia del Islam.

El Islam pone a Mahoma y a Jesús como profetas del mismo Dios, pero colocan al primero por sobre el segundo. Quienes conocen los evangelios y el Corán, sin ir más lejos, se darán cuenta de que la comparación no tiene sentido alguno. Incluso para estándares solo humanos. La riqueza de la enseñanza de Jesús está a años luz de la de Mahoma. Y la profundidad espiritual de sus enseñanzas no tiene nada que ver con las de su presunto competidor, cuya base es realmente política, como lo muestra Raymond Ibrahim en su libro “La espada y la cimitarra”. Se trata de una utilización política de la religión, como le dijo su prometida Aïcha a Mahoma cuando este transgredió su propia ley, que impedía tener más de cuatro esposas (aunque podía tener todas las concubinas que quisiera) por una presunta excepción personal que le concedió Dios en una visión: "Siento que tu Señor te concede rápidamente tus deseos".

Pero no es solo de doctrinas, por si fuera poco: “por sus obras los conoceréis”, decía Jesús, con una frase que es el fundamento tanto del método científico natural como del social, y también de la gerencia de negocios y la buena política (por lo de que la mujer del César debe no solo ser honesta, sino también parecerlo): Es que el cristianismo ha servido, en su desempeño práctico, para traer la solidaridad, la igualdad, la verdadera fraternidad, la justicia. Esto, a diferencia de la revolución francesa, el adalid inicial el liberalismo que rompió con las raíces del cristianismo. Esa revolución que predicaba igualdad, libertad y fraternidad, cuando nos ha llevado en la práctica a las pugnas entre egos exacerbados, a la desigualdad aberrante y a esclavitud panóptica, con sus cárceles mentales y sus noticias engañosas (fake news). Mientras tanto, su candidato a líder espiritual, el Islam, ha servido para expandir y justificar el poder político de ciertas naciones, grupos y personas sobre otras.

En particular, ahora, el Estado Profundo, con sus doctrinas sociales, que utilizan a los desvalidos a su favor mediante el engaño mediático y doctrinario, tiene la alternativa, muy conveniente, de “modernizar” el islamismo, que al fin y al cabo nunca renuncia a sus ansias de dominación universal y se enmascara con la taqiyya para justificar los fines de los poderosos. Mientras el cristianismo ha mostrado impulso práctico a la democracia, esa alternativa ha mostrado, con sus prácticas y sus métodos, no solo la dominación de unos sobre otros, sino su inhabilidad para resolver los problemas abismales y apocalípticos del mundo.

La verdadera solución apunta, por eso, como lo he argumentado en La Vía Solidaria,

https://www.quehacer.wiki/wiki/La_V%C3%ADa_Solidaria

a la recuperación de la democracia verdadera y a la solidaridad, no solo como desiderátum, sino como valor de supervivencia para la raza humana: porque es más eficiente, como lo muestro en el artículo. Y esa eficiencia es tanto de cara a lo social, como de cara a lo natural también: la armonía entre la sociedad y el medio ambiente natural es un requisito sine qua non para la supervivencia. Y, en este momento, para el renacimiento, la refundación de la civilización de los humanos. Como vemos, esto requiere poner a Dios, el fundamento de lo natural (y sus ciencias) y lo social (y sus ciencias) por encima de lo político, mientras que el Islam, la alternativa del Estado Profundo, pone lo político por encima de Dios y usa lo espiritual como una herramienta para justificar la preeminencia de los poderosos en lo económico y lo político, realmente. Como le dijo Aïcha a Mahoma.

Lo que le ha faltado a los líderes y los sistemas políticos, sean comunistas o liberales, es la base espiritual de toda acción humana, como descubrió indirectamente Kurt Gödel cuando estableció claramente los límites de las ciencias solo basadas en la razón. Esto está claramente reflejado en el libro de los Proverbios en su capítulo 3, versículos 5 y 6: "Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría. En cualquiera cosa que hagas, tenlo presente: él aplanará tus caminos."

En materia de acción política, la verdadera solución requiere una gran alianza de los ciudadanos excluidos por el poder. Ellos, los verdaderos soberanos según las teorías tanto comunistas como liberales, a quienes los poderes políticos, mediáticos, financieros, productivos y tecnológicos deben servir, deben unirse para cambiar las cosas, de la mano de Dios, pues esos poderes hasta ahora se han servido de ellos en vez de servirlos y han producido un desastre ecológico y humano insoluble, insoportable e insostenible por sus medios. Y la alianza incluye a Venezuela, usada como pivote y modelo por el estado profundo para capturar a Estados Unidos y Latinoamérica. La alianza es, pues, de los ciudadanos venezolanos y del mundo entero, como la promovida por el Movimiento Libertadores:

https://www.movimientolibertadores.com/doc/QueHacerBidenGuaido.pdf

Estamos en plena guerra de nueva generación y muchos no se han dado cuenta de ello. La buena noticia es que los patriotas de Estados Unidos, bajo el liderazgo de Donald Trump y con el signo de un renacimiento espiritual cristiano, están dando la pelea y se anuncian buenos resultados para nosotros los que impulsamos el empoderamiento ciudadano en todos lados.

Es de hacer notar, por último, que algunos miembros importantes de la iglesia católica están también fallando en estos momentos de suma confusión y de derrumbamiento de la torre de Babel. El Papa Francisco con frecuencia se convierte en instrumento el Estado Profundo con sus coqueteos con Bill Gates, por ejemplo, o los Clinton y Joe Biden. También por la estrategia de cohabitación con el régimen de Maduro, influenciado por los jesuitas venezolanos. Los católicos laicos, junto con líderes del clero como el Padre Carlos Ruiz, mencionado al principio, estamos haciendo un trabajo para aclarar estas cosas. En mi caso, por ejemplo, mediante este artículo para mostrar la instrumentalización de Satanás de gente buena, como el Padre Ugalde y otros jesuitas venezolanos:

https://www.quehacer.wiki/wiki/Hay_que_votar,_Padre_Ugalde,_pero_para_elegir_nueva_dirigencia_opositora


A ver qué les parece. Abramos el debate sobre lo fundamental: actuemos localmente, pero pensemos globalmente, incluyendo no solo lo territorial y geopolítico, sino lo espiritual, para que todo tenga sentido. Pues, por si no lo han notado, esta guerra de nueva generación incluye, de manera determinante, una lucha frontal entre el bien y el mal. Nada menos.

Cordialmente y pendientes, que ahora es cuando viene lo bueno,

Felipe