La liberación, la salvación y el pecado del odio en estos tiempos apocalípticos

La liberación, la salvación y el pecado del odio en estos tiempos apocalípticos

Felipe Pérez Martí 

Movimiento Libertadores

1 de Noviembre de 2024. Día de  todos los santos. 

1. Introducción

En estos días, una compañera del Movimiento Libertadores comentó que ella se estaba preparando para los tiempos apocalípticos que vienen. Está  convirtiendo su casa en un Refugio físico. Esos son nuestros nuestros búnker, que sí que son efectivos contra las bombas nucleares y  otros cataclismos que vienen en camino a la  vuelta de la esquina, a diferencia de los búnker de $200 millones  y más que Soros, Bill Gates y otros magnates han construido para lo que saben que viene. Lo saben porque son quienes están produciendo esta guerra nuclear para reducir la población, creyendo que ellos serán invulnerables. Fuera de nuestros Refugios, como los de  la  compañera,  que son las nuevas Arcas de Noé contra el  nuevo diluvio universal, pero de  fuego,  que viene en camino, nadie se salvará. Hemos estado  promoviendo que todos lo hagamos. Aquí está un enlace de cómo  hacerlo:  

https://www.quehacer.wiki/wiki/Consagraci%C3%B3n_de_nuestras_casas_como_Refugios

Ella también está cocinando sus conservas de coco y otros alimentos tropicales benditos para lidiar con la hambruna  mundial que también está anunciada. Esa hambruna ocurriría antes de que estalle la primera bomba nuclear, pues una vez que los Refugios se activen, que ocurrirá para proteger a Sus fieles antes  de que empiece esa hecatombe, Dios proveerá el alimento que haga falta. Ese diluvio,  además de  las explosiones atómicas y la radiación,  incluye más  grandes y peores pandemias,  cataclismos naturales nunca vistos,  como inundaciones,  ciclones,  tsunamis, terremotos tan grandes  que moverán continentes y hundirán en el mar a varios países y zonas (como Cuba, por cierto).  Se trata de la llamada Gran Tribulación en el libro del Apocalipsis. 

Pero la  compañera comentó en el Congreso del  Movimiento Libertadores que tenía la duda sobre si sus preparativos físicos, de Refugio y alimentos benditos, iban a funcionar. La razón es que notaba mucho  odio en ella contra Maduro y sus jefes cubanos y secuaces venezolanos.  Está consciente de que el componente de preparación espiritual es fundamental en lo que viene y ella cree no estar teniendo éxito en esa materia por lo del odio, que es un pecado grave.  Me preguntó qué podía hacer, pues soy quien ha estado enviado las  profecías  respectivas, que coinciden con los  análisis geopolíticos más sensatos sobre  la cercanía del acabóse mundial. En la referencia [1] pueden ver su mensaje al Congreso. Aunque soy un difusor de estas cosas, no soy un experto, por  lo que solo me esforzaré en dar algunas indicaciones estándares, también teniendo  en cuenta mi experiencia personal.  

2. La posibilidad de salvarse

En primer  lugar  he de dejar claro que nadie  puede entrar en un Refugio si no está en gracia de Dios.  Es decir, si está en pecado.  Ni siquiera venial. Mucho menos mortal,  como el pecado del  odio. Pero no creo que la compañera,  cuando  llegue el momento, quede fuera. Estará en gracia,  no me cabe duda. Alguien me preguntará cómo sé eso, cuando no conozco sus cosas personales y el único que juzga y decide quién entra a los Refugios es Dios mismo. 

La razón es que habrá una gran división entre cizaña y trigo y Dios dará oportunidad a todos, incluyendo la cizaña. Pero solo quienes estén más cerca de ser trigo que de ser cizaña tendrán más probabilidad de salvarse. Esa probabilidad sí que es una variable controlable por nosotros,  mediante un esfuerzo  sincero, desde ya por convertirse: mutar la parte de cizaña que tenemos, a trigo limpio.  Esa compañera está haciendo el  esfuerzo necesario, y me consta. Dios viene a ser justicia, pero  también es infinitamente misericordioso,  y tendrá en cuenta el sincero esfuerzo  y el sincero arrepentimiento, como  en el caso de uno de los dos ladrones que lo acompañaron en la cruz cuando fue crucificado.    

Entrando en materia sobre el Plan de Dios para estos tiempos apocalípticos (ver [2]) para hacer un resumen aquí, antes de la  entrada a los Refugios, vendrá  lo que se llama “Aviso”, que también recibe el nombre de “Iluminación de  Conciencia” o “Nuevo Pentecostés”. Es  como el “juicio personal”  que todos recibimos al morir: vemos a Dios, en primer lugar, y nos damos cuenta de en qué hemos fallado  durante nuestra vida. Y sabemos para  donde vamos: para el cielo o para el infierno. Si necesitamos purificarnos antes de entrar  al cielo, vamos al  purgatorio. Pero  si vamos al infierno, ya no tenemos oportunidad de salvarnos. Y es para siempre la cosa. 

La diferencia del  Aviso con el juicio particular es que, en primer lugar, nos ocurre estando vivos. En segundo lugar, es para todos los humanos vivos.  Es  como si muriéramos todos al mismo tiempo y enfrentáramos a Dios sobre nuestro  destino, basado  en nuestras obras y omisiones. Pero sin morir. Lo segundo  es que Dios en su infinita misericordia, luego de esa  iluminación de nuestra mente, nos dará a todos una oportunidad para salvarnos, para corregir y enmendar nuestro pasado. Notemos que será para todos: buenos,  malos, católicos, evangélicos, musulmanes,  budistas,  hinduistas, taoístas, masones,  ateos.  Hasta los satanistas. Dios hará justicia, pero es infinitamente misericordioso,  como vemos. Conoce nuestras circunstancias y no nos culpa por ellas cuando no dependen de nosotros, como ocurre para la gran mayoría de nosotros, buenos o malos. 

Pero en ese período que sigue al aviso, llamado de “amnistía general”, todos debemos optar: o escogemos el cielo,  o el  infierno. O nos salvamos, o nos condenamos en lo que viene después: o vamos a los Refugios para ser protegidos, o nos quedamos fuera, para sufrir los efectos de la guerra nuclear y demás cataclismos mencionados. 

Pero es lógico que quienes estén demasiado apegados al mal les  cueste más deslastrarse de las  ataduras que eso implica, aún estando iluminados. Es interesante, pero la  doctrina del libertinaje, con el cuento de la libertad plena, nos lleva a la esclavitud.  En muchos ámbitos, como la adicciones a las drogas, al cigarro,  al alcohol, a la gula, la pornografía.  Al  odio y sus rencores asociados. En cambio, la doctrina de “atarse” y seguir los consejos de Dios te lleva  a la libertad: no estás  atado a esas adicciones. Por tanto, quienes estén más  liberados del mal, y más cercanos a la libertad,  tendrán más probabilidad de poder lidiar con sus ataduras, que son menores. 

La compañera, a quien conozco, es una persona de bien. De lucha por los demás. De ayuda a  los ancianos y desvalidos. Con esto quiero decir que el amor (lo opuesto al odio) te libera. Pero mientras más general y extendido, mejor, pues tiende a liberarte del odio, que tiende a atarte, a esclavizarte. Por eso  decía Jesús que hay que amar hasta a nuestros enemigos. Lo  cual no quiere decir que amemos lo que hacen. 

Por eso antes de concluir,  hablaré un poco del  odio  y otros pecados con un poco más  de profundidad,  y cómo lidiar con ellos en el contexto mencionado,  tanto en la Amnistía, como desde ya, para prepararnos para ella. 

3. El odio y otros pecados capitales y mortales en nosotros y en nuestra realidad política

De hecho, el odio te lleva a la ira, uno de los siete pecados capitales (además de la soberbia, avaricia, gula, lujuria, envidia y pereza) que,  cuando se comete con plena advertencia  y consentimiento, se transforma en pecado  mortal. Un pecado de este tipo es gravísimo, pues si uno muere habiéndolo cometido, va al infierno, como uno mismo lo reconoce en el juicio particular. Por tanto si tienes odio, como la compañera del ML ha intuido, no puedes entrar a los Refugios, por mucha preparación física que hayas hecho. 

Pero es aún más  grave la cosa, pues el odio, según el manual del famoso exorcista, Padre Javier  Luzón, es una de las siete puertas que abrimos al enemigo, el diablo, por las cuales se mete para ejercer dominio sobre nosotros para esclavizarnos y transformarnos en sus agentes. Las seis puertas son:  vivir en pecado, el ocultismo, el odio, los maleficios, los traumas durante la gestación en el seno materno y las maldiciones ancestrales. Notemos que los pecados ya están listados como la primera puerta. Sin embargo, el odio,  que también es pecado, incluido ahí, es nombrado como una puerta aparte, lo que indica el alto peso específico de ese sentimiento como impedimento para nuestra posible salvación. 

Es muy interesante hacer notar que el diablo, a través de nosotros mismos, convertidos en sus agentes, incita a más odio en nuestra realidad política, multiplicando así su poder con sus nuevos agentes acumulados: cada rato pasamos  por las redes que Maduro es malo y odioso. Lo mismo que Diosdado, Jorge Rodríguez, etc. Tanto el G2, consabido agente satánico,  como el mismo pueblo venezolano, nos bombardean a cada rato diciéndonos que hay que odiarlos “porque son malos”. Como si no supiéramos ya lo  de la maldad. Lo  cual hace redundante esa actividad de repetirlo un millón de veces, con nuevas variantes todos los días. 

Actividad que además nos consume el tiempo que estamos perdiendo de esa manera en vez de activarnos para preparar la salida del régimen. La ira, de hecho, es el  vicio que está motivado por un deseo legítimo, que Dios ha instalado en nosotros, de aspirar a la justicia. La virtud opuesta es la paciencia, que debemos usar para preparar la acción que cambie las cosas. Esta la estrategia del guerrero exitoso: gana primero la guerra  (porque se  prepara con paciencia, metódicamente) y luego se despliega en batalla. Mientras tanto, el guerrero fracasado primero va a la guerra (motivado por la ira convertida en odio y la impaciencia) y en el camino trata de ganarla (Sun Tzu). El odio frena al guerrero, por la obsesión descrita,  que  no tiene fin, que en la práctica es un hueco en que lo mete para apresarlo e impedir que  se prepare. 

Para reafirmar esa manera de ver las cosas, del contraste entre el odio y la fe transformadora, hagamos un enfoque complementario de teoría de juegos:  el odio, de hecho, nos convence subliminalmente que no podemos tener éxito frente al enemigo, porque nos convence de que es demasiado malo para vencerlo y eso nos infunde  un miedo paralizante, mientras que la paciencia y la fe nos activa para ir acumulando fuerzas. 

De hecho,  sabemos que en este conflicto de facto en el que estamos metidos (no de jure, legal,  como es lo electoral), el  ámbito comunicacional es, con mucho, lo principal. Es precisamente ese componente del juego político en que los sentimientos de amor, odio, fe, coraje y miedo juegan un papel determinante.  Y, dependiendo de los sentimientos que  acogemos por influencia comunicacional, de liderazgos malos o buenos, hay básicamente dos equilibrios de Nash. Por un lado, está el que está coordinado por la paralización, la  inacción y la resignación signadas por el odio y el miedo, suponiendo que el enemigo va a ganar. Por otro lado, está el equilibrio bueno, signadas por el amor y el coraje, coordinado por expectativas positivas, para que cada quien aporte su granito de arena y contribuya a “mover la montaña” mediante la fe para que la montaña realmente se mueva con la suma de todos los aportes respectivos. El odio coordina en nosotros el equilibro de Nash malo. La fe y la paciencia, con el coraje, activan el equilibro bueno, el de las profecías buenas auto-cumplidas.  

Es bueno recalcar, por cierto,  que lo que perseguimos es justicia, la que busca el amor, no venganza, la que busca el odio (con su resentimiento  respectivo).  Este último, por si fuera poco, es contraproducente porque pone al enemigo a luchar por su vida, sin un posible arreglo que implique su salida voluntaria, sin muertes indeseadas. 

4. Consideraciones finales, resumen y conclusiones

Entre tantas cosas complejas que estos temas implican,  quiero reiterar que estoy convencido de que la compañera del  Movimiento Libertadores en cuestión se va a salvar,  mientras que quienes han estado del  lado del mal muy probablemente se condenen al infierno.  No solo en la otra vida, sino también en esta, durante la Gran Tribulación. Esto es natural en la doctrina de Jesús, el Comandante Supremo verdadero del  lado  bueno de este conflicto,  de que los pesos acumulados entre el odio y el amor es lo que inclina la balanza entre la perdición y la salvación. 

Notemos que hasta Maduro será iluminado. Si Raúl Castro no hubiera muerto, también lo habría sido, como lo será Díaz Canel y todos los esbirros cubanos en Venezuela,  que son los que mueven los hilos de su marioneta “obrera” en Venezuela. Pero, aunque ya es demasiado  detalle para este artículo que pretendía ser corto, vale la pena puntualizar que durante la amnistía mencionada habrá dos etapas:  la de la conversión, en que no estarán presentes nuestros malos hábitos, y la de lidiar con ellos. Es en esta segunda etapa en que los pecados de odio, lujuria, gula, etc, las adicciones, deben ser abandonadas con un firme propósito para poder estar en gracia y poder entrar a los Refugios. En el lado de quienes hayan estado muy alejados de Dios, esto será casi imposible. En el lado de quienes hayan estado en el camino de la justicia, el amor, la bondad, el dar su vida por los demás, en mayor o menor medida, como en el caso de la compañera, esto será muchísimo más fácil. 

Por eso, precisamente, es que hay que convertirse ya,  no mañana y usar las ventajas que Dios ofrece para prepararse cuanto antes exitosamente para esa segunda etapa de la amnistía.  Es el consejo para buenos y malos. 

Dentro del cristianismo la iglesia católica ofrece dos cosas que son extremadamente ventajosas comparadas con el resto del cristianismo: el sacramento de la confesión y el de la eucaristía. La confesión con un sacerdote (incluso si esa persona no es muy buena que digamos, pues es algo de Dios a través de él, no es una facultad humana) te limpia el alma de esos pecados como el odio y te prepara para la acción de Dios en ti para poder dejarlo del todo. En el proceso, aunque luego caigas de nuevo, te levantas de nuevo,  con una nueva confesión y un nuevo intento de dejarlo. Es todo un proceso de crecimiento espiritual, y deslastramiento de los errores en esa materia, como lo de las adicciones a la pornografía, la droga, el alcohol, etc. 

Notemos que el consejo de conversión es para todos: para la compañera también. En las profecías, Jesús dice que si lo que viene te agarra luchando espiritualmente, tienes prácticamente asegurado el estado  de gracia necesario para salvarte y también para ayudar a salvar a otros.   

En ese sentido, de salvar a otros, quiero recordar que la fase política de liberación de nuestros pueblos también ocurrirá durante la Gran Tribulación: el Ejército Libertador estará conformado por gente que esté en gracia, pero también especialmente ungidos para ello por el Espíritu Santo,  dado su gran esfuerzo.  Ese ejército estará liderado mundialmente por el Ángel de la Paz y será también protegido en Refugios. Pero no estáticos, como los del resto del remanente fiel. Sino dinámicos, para proteger a los miembros de dicho ejército en su lucha contra el Anticristo y sus agentes terrenales, entre ellos los miembros de los gobiernos a ser depuestos, como en Venezuela y en el mundo entero. Será como en tiempos de Santa Juana de Arco en Francia, que ganó tantas batallas sin caer, por la guía  y la protección de San Miguel Arcángel. Pero con mucha más efectividad esta vez, durante las batallas, y con una victoria final asegurada. Recordemos que San Miguel Arcángel es el patrono oficial, consagrado como tal en una misa,  del Movimiento Libertadores. 


Referencias

1. Preocupación sobre el  odio en el Movimiento Libertadores:   https://www.quehacer.wiki/wiki/Interrogantes_sobre_el_odio_y_la_preparaci%C3%B3n_para_lo_que_viene

2.  Plan de Dios para los tiempos apocalípticos:

https://www.quehacer.wiki/wiki/El_Plan_de_Dios_para_los_tiempos_apocal%C3%ADpticos