La Navidad, el Covid, Satanás, el agua bendita, la oración y la Era de Paz

La Navidad, el Covid, Satanás, el agua bendita, la oración y la Era de Paz


Felipe Pérez Martí.

25 de Diciembre de 2022.

  • “Avanzad seguros sobre las ondas tempestuosas de estos últimos tiempos de la Gran Tribulación, sin turbaros al ver que todavía se cierran las puertas a Jesucristo que viene. Mi Corazón Inmaculado es la Gruta luminosa que pone fin a este segundo Adviento, porque es con su triunfo que Jesús regresará a vosotros en Gloria.”

(Locución que nuestra Madre Santísima le hizo al sacerdote italiano Stefano Gobbi, fundador del Movimiento Mariano de Sacerdotes y uno de los representantes del consenso profético sobre los tiempos apocalípticos, durante la Navidad de 1991.)

Estimados todos.

Con la mencionada locución motivo mi mensaje de aliento para Navidad y el año que se acerca. Pero con los pies en la tierra, aunque hablaré de agua. Buscando lo bendito, aunque hablaré de lo maldito. Buscando la Paz duradera y la abundancia, aunque hablaré de la guerra nuclear, de los cataclismos naturales y de la hambruna en puertas.

El 1 de Diciembre había publicado un artículo difundiendo la recomendación del Padre Michel Rodrigue, sacerdote canadiense y actual líder del consenso profético, de tomarse una cucharada diaria de agua bendita para contrarrestar los posibles efectos satánicos, tanto del Covid, como de sus vacunas [1]. Pero si estaba tomando el agua bendita, ¿por qué me contagié?

Una amiga creyente pensó que lo que tenía no podía ser Covid, sino una fuerte gripe. Otra persona, quien dice que “lo único efectivo es la ciencia”, expresó que mi contagio demostraba que lo del agua bendita no sirve. Hoy quiero aclarar, en el contexto de lo prometido en el título del artículo, por qué ni una ni otro tienen razón y que el consejo tiene completa vigencia. La clave está en distinguir entre los efectos naturales y los espirituales involucrados, tanto de la vacuna, como del virus. Aunque hay una correlación positiva entre el bien espiritual y la sanación física, conservan cierto grado de independencia. Todo está relacionado, como veremos, pero hay que ser precisos en las cosas. Y la clave, tanto para lo pasado como para lo futuro, tiene que ver con las venidas de Jesús para salvarnos, pues el Maligno ha estado haciendo estragos entre nosotros, con nuestra complicidad.

1. Objetos malditos y cómo lidiar con ellos. Papel de la buena ciencia

Para mostrar la independencia entre lo natural y lo demoníaco usaré un ejemplo que utilizó el Padre Javier Luzón, conocido exorcista español, en una de sus conferencias sobre maldiciones satánicas [2]. Se trata de un hombre que siempre estuvo enamorado de su bella esposa y que había sido hasta entonces un excelente padre. De repente abandonó a su familia para ir tras otra mujer, “bastante fea”, según se nos narra. Nadie se explicaba el hecho. Ni sus amigos, ni conocidos, ni sus hijos ni su esposa, quien fue a ver al Padre Luzón a plantearle el asunto.

El exorcista se puso a trabajar en la solución de inmediato, pues por su larga experiencia ya conocía el diagnóstico aún sin haber visto siquiera al hombre y a su querida. Este había experimentado lo que se denomina un “amarre”, que implica que la víctima es cegada de cualquier otro amor que no sea el de la beneficiaria del hechizo. La víctima no puede distinguir, en particular, belleza física, ni responsabilidades familiares.

Al corto tiempo los procedimientos de exorcismo lograron deshacer el conjuro y el hombre volvió a su esposa y a sus hijos, pasmado de lo que había estado haciendo sin darse cuenta, dejando atrás a la mala mujer. Ella quedó terriblemente afectada, pues además de perder al hombre del “beneficio”, el recurrir a brujos para obtener estos “favores” tiene un altísimo costo espiritual, llegando con frecuencia a significar la posesión del alma de la persona involucrada.

Lo cierto es que este tipo de cosas se hace con frecuencia mediante objetos usados como herramientas de la maldición, como una muñeca que tiene algún trozo de una prenda de vestir, o una foto, de la víctima. El exorcismo, por otro lado, le quita el poder de seducción a la muñeca y el encantamiento cesa. Neutraliza el amarre, pues, pero la muñeca, que muchas veces es de aspecto horripilante, debe ser sacada físicamente de la casa (con frecuencia se quema) si se pretende tener una casa libre de objetos con esas características.

En el caso de las vacunas y del virus mismo habíamos dicho que pasa algo similar, pues son objetos usados por el diablo para dañarnos, según lo explico en el artículo. Y el agua bendita es aconsejada por el P. Michel para contrarrestar sus efectos maléficos. Pero puede ser que el agua bendita, como en mi caso, no evite que uno se contagie de Covid, pues este virus tiene dos efectos, uno espiritual (preternatural, según se denomina para lo que viene del demonio) y el otro natural.

Con el agua bendita, el efecto espiritual dañino es neutralizado. Pero deshacerse del efecto natural negativo toma trabajo. No es tan fácil como con el caso de la muñeca, que se saca físicamente y se quema. Para sacar el virus de nuestra “casa” y “quemarlo” necesitamos medicinas, en particular la vitamina D, la Ivermectina, el Zinc, que son cosas que prescribe la buena ciencia que usa medios naturales, y la acción de nuestro cuerpo, que debe estar hidratado y bien alimentado. Como nuestra “casa” incluye no solo el cuerpo, sino el alma y la mente también, es claro que debemos seguir usando la oración y el agua bendita durante la sanación y la convalecencia. Así tenemos en cuenta la correlación que existe entre lo natural y lo espiritual, lo cual nos conecta con la segunda parte de nuestro artículo.


2. La ciencia, la Navidad y la Era de Paz

Como sabemos, el Covid es solo una de las muchas plagas que nos están azotando. Y vienen más y más fuertes, según el consenso profético, que por cierto predijo con por lo menos tres años de anticipación lo que ocurriría con el fatídico virus. Ante más plagas, cataclismos naturales y climáticos, hambruna, guerra nuclear, el remedio recomendado será el mismo: acercarse como nunca a Dios, Quien nos ha prometido no solo Refugio espiritual, sino también físico si estamos en gracia [3]. Por tanto, haré ahora la generalización requerida y me detendré en el tema de la aparente contradicción entre la ciencia y la fe católica, como apuntó la segunda persona de la introducción al decir que “lo único efectivo es la ciencia”. Si Dios, el Creador, existe, debe ser coherente. Si creó lo natural, lo social y lo espiritual, las leyes de cada de una de esas áreas deben estar en armonía, no en contradicción.

Lo que llamamos “pecado” es en realidad la transgresión de una o más leyes involucradas. Si respetamos las leyes de Dios en cada uno de sus ámbitos, deberíamos ser felices. En realidad, nuestros primeros padres transgredieron las leyes espirituales por inspiración del diablo, quien les hizo creer que podían saber más de lo que sabían fuera de Dios. Lo cual transgredió la ley del ámbito espiritual del amor a Dios por sobre todas las cosas. Si adoramos algo distinto de Dios, como nuestros egos, pensando que así vamos a estar mejor, erramos y terminamos siendo infelices, y en eso consiste el pecado.

A partir de ahí, de ese pecado original, el diablo empezó a controlar más nuestras vidas y empezamos a degenerar más y más, al transgredir más y más las leyes naturales, las sociales, y las espirituales. Dios se apiadó y prometió a través de Abraham sacarnos del marasmo en que nos metimos. Lo hizo al enviar a Su Mesías, cuyo nacimiento (Natividad) celebramos hoy.

Si hubiéramos seguido lo recomendado por Jesús, haríamos milagros en todos lados, y nuestras curas espirituales serían suficientes para las corporales. Desafortunadamente la primera venida de Jesus no fue suficiente y a pesar de que Jesús permanece con nosotros a través de la Eucaristía y de Su Espíritu Santo, hemos retomado la degeneración por la acción del maligno y la complicidad de los humanos. Hemos seguido transgrediendo las leyes naturales (con los vicios y perversiones sexuales, de droga, de gula), las espirituales (con la idolatría del ego, el dinero, el poder político, la apostasía y al división dentro de la iglesia), las sociales (con el neo-comunismo a nivel planetario, con fraudes electorales, corrupción generalizada, el aborto). Nuestro “capital humano generacional” ha degenerado, y la sanación natural y social no responde como debería a los remedios espirituales. Hemos llegado al borde del abismo, con Satanás reinando en una humanidad poseída, camino de la auto-destrucción.

Pero Dios no se ha quedado de brazos cruzados. Nuestra Madre Santísima, la que dio a luz a Jesús un día como hoy, ha anunciado, a través de sus apariciones marianas en sitios como Betania, Venezuela, en Fátima, Portugal, en Lourdes, Francia, en Garabandal, España, y en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, que su Inmaculado corazón triunfará. Y que ese triunfo, que se inicia con la Era de Paz, comenzará pronto, a juzgar por las señales, y representa lo que nuestra madre Santísima le dijo al P. Gobbi.

Lamentablemente la salvación no será para todo el mundo. Las profecías hablan de que la cosa es fuerte esta vez: dos terceras partes de la humanidad perecerá, lo cual significa más de cinco mil millones de personas. Solo habrá salvación para quienes aceptemos escoger a Dios como único objeto de nuestro amor pleno e incondicional, por sobre las idolatrías relacionadas con el demonio. Solo así regresaremos a un mundo de armonía entre lo natural, lo social y lo espiritual. Y el respeto de las leyes respectivas, en armonía, nos hará plenamente felices.

Estas navidades, pues, pueden ser las últimas en que no haya hambruna generalizada, una guerra nuclear y cataclismos naturales sin parangón histórico, por el rompimiento generalizado de las leyes de Dios. Les deseo Feliz Navidad a todos. Pero solo la tendrán realmente quienes las tomen en su verdadero significado salvador. Y restaurador del Paraíso Perdido. Recordemos que cuando Jesús estaba por nacer en Belén, muchos lo rechazaron. Solo los pastores humildes lo acogieron y le dieron la bienvenida en la Gruta del pesebre. Como dice nuestra madre Santísima al P. Gobbi, “Mi Corazón Inmaculado es la Gruta luminosa que pone fin a este segundo Adviento, porque es con su triunfo que Jesús regresará a vosotros en Gloria.”

Cordialmente y pendientes, y a prepararse para los Refugios, que no son más que las Grutas de nuestra madre [3],

Felipe


Notas

[1] https://www.quehacer.wiki/wiki/El_agua_bendita_contra_los_efectos_secundarios_de_la_vacuna_Covid

[2] https://youtu.be/nZ0NWT3qfhk

[3] https://www.quehacer.wiki/wiki/Los_Refugios_contra_la_guerra_nuclear