Diferencia entre revisiones de «Mi tesis y mi aprendizaje»

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En este ensayo se da respuesta a este artículo y otros ataques similares contra mis ideas y mi persona
 
https://www.caracaschronicles.com/2021/01/09/from-chavismo-to-trumpism-the-felipe-perez-marti-case/
 
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Revisión del 00:58 5 abr 2021

Mi tesis y mi aprendizaje sobre EEUU, Venezuela y el mundo

Felipe Pérez Martí

4 de Abril de 2021

Presentación y resumen 


En este ensayo se da respuesta a este artículo y otros ataques similares contra mis ideas y mi persona:  https://www.caracaschronicles.com/2021/01/09/from-chavismo-to-trumpism-the-felipe-perez-marti-case/

Luego de una introducción sobre la problemática que implica un cambio de época en el mundo y hacia dónde vamos, se plantea la tesis de que sí que hubo conspiración y fraude en las elecciones de EEUU. Se postula la tesis de que Donald Trump es el presidente legítimo, y Joe Biden es un usurpador del poder ciudadano. Ese país habría experimentado un shock tan fuerte que se ha contagiado del virus venezolano, la maldición de la abundancia, con una nueva cepa: el rentismo. En este sistema un cartel de mafias caza-renta captura los poderes públicos y sus cabilderos se convierten en funcionarios públicos del más alto nivel. En este caso China, en alianza con las grandes corporaciones mediáticas, tecnológicas y financieras del mundo asumen el control del poder ejecutivo nacional de Estados Unidos a través de un títere en ese país.  

Por supuesto que esto es asombroso y parece una locura para muchas personas. Pero aquí narro que a mí también me parecía asombrosa la teoría de la conspiración en Venezuela y la negaba, cometiendo el mismo error que hoy creer que en Estados Unidos no hubo conspiración y fraude masivo. Para hacer demostrar mi tesis les cuento mi experiencia en Venezuela incluyendo mi proceso de aprendizaje, empezando por mi error de creer por demasiado tiempo que la dirigencia opositora representaba los intereses de la gran mayoría de los venezolanos. El gran enigma de por qué Maduro no cayó cuando se esperaba, compartido por los analistas mundiales, queda develado con mi tesis aplicada a Venezuela: los caza-renta de la maldición de la abundancia en este país capturan no sólo al gobierno, sino a parte clave de la oposición. Y esa oposición no estaba interesada en poner en peligro el sistema, sino sólo acceder al poder dentro de él para compartir sus beneficios. Pero los delincuentes en el poder lógicamente no quisieron compartirlo sin nada a cambio, o sin una fuerza suficiente para sacarlos de la jefatura del cartel de mafias. 

Ante las descalificaciones de que he sido objeto, defiendo mi desempeño como analista y lo relaciono con la fundamentación de mi teoría de la conspiración venezolana. Esta experiencia y conocimiento es la que me permite entender mejor lo que está pasando en Estados Unidos y el mundo. Además, muestro cómo mis creencias religiosas me permiten ver cuándo el mundo empezó a ir mal: durante la mal llamada ilustración, en la que el racionalismo y el materialismo, de la mano tanto del liberalismo como del comunismo, insurgieron como ídolos, dejando de lado la dimensión espiritual de la humanidad. 

Hago notar el hecho interesante de que lo peor del liberalismo capitalista y del comunismo ahora están directamente unidos a través de la alianza entre China y las corporaciones mundiales privadas y concluyo con mi propuesta para el mundo en la nueva época que debe venir, que tendrá una transición apocalíptica: La Vía Solidaria, que retoma la dimensión espiritual con la armonía natural y social, por un lado,  y trasciende el capitalismo y el comunismo, por el otro. 

Introducción


En este ensayo aprovecho la oportunidad para abrir un debate que trate de arrojar luz sobre la verdadera situación venezolana y mundial, ya que he sido atacado en público y en privado por mis predicciones y percepciones sobre la situación política en todos esos ámbitos. No solo me han tildado de equivocado y de tener el sesgo de confirmación (exhibido por aquellos que solo ven las cosas que confirman lo que quieren ver), sino de loco. Sin embargo, estoy convencido de que tengo razón y aquí explico porqué.  

Creo que la situación ha sido tan difícil de desentrañar para el ciudadano común, e incluso para los expertos, porque no han ido a la raíz de los problemas, como lo he intentado. A ese nivel fundamental se entiende mejor todo, pues se puede apreciar claramente los juegos de poder que están detrás del velo mediático y cultural, como en la alegoría de la cueva de Platón: los intereses políticos, económicos y geopolíticos en disputa. Una de las pocas cosas buenas que han surgido de toda esta tragedia, venezolana, estadounidense y global, es que se han expuesto grietas importantes a ese sistema de intereses y a sus agentes tras bambalinas. Lo que propongo es aprovecharlo al máximo y actuar desde el punto de vista de los intereses de los ciudadanos comunes, que son los que sufren las consecuencias de esta dominación cultural, económica, política y geopolítica. 

En cierto modo, ofrezco la píldora roja de Matrix, la película, ya que lo que la gente ve es lo que está programada para que vea por los buscadores de rentas, los que mueven los hilos en nuestro tiempo, donde los espacios informativos y culturales son los principales campos de batalla en esta guerra de nueva generación. Es por eso que mi enfoque ha sido tan sorprendente para algunas personas. Mis enemigos, relacionados directa o indirectamente con el sistema rentista, me atacan ya sea porque saben que soy peligroso al develar sus mentiras, o porque me ven como un competidor en materia de análisis, pero muchos ciudadanos no creen en mí porque viven en The Matrix y no lo saben. 

En realidad no es que el cartel de mafias está completamente organizado y lo tiene todo fríamente calculado. Se trata también de fuerzas espontáneas basadas en ideas erróneas acerca del ser humano, concebido como algo meramente material gobernado por su ego, que está en conflicto con el mundo para sacar lo mejor de él y estar en la mejor posición posible frente a las demás personas y la naturaleza. Por eso lo que está pasando no es solo voluntad de un cartel de mafias mundiales, que existe, sino un proceso de entropía de criticalidad auto-alcanzada. La Matrix tiene entonces una parte de voluntad humana, pero también de evolución esperable de los principios negativos, “las máquinas” que tienen mucho de autónomas y anárquicas y juegan en su propia lógica, a diferencia de la película donde todo está centralizado y planificado. 

En todo caso, en un mundo con estas dos fuerzas trabajando, la del cartel de mafias internacionales y las de la entropía, los fuertes tienen más poder para dirigir el curso de los acontecimientos. Y ellos son China y las grandes corporaciones internacionales, incluyendo las mediáticas, las grandes de tecnología, las grandes farmacéuticas y las financieras. En este sentido, los ciudadanos comunes son las baterías cuya energía explotan, tanto las máquinas, como los poderosos en todo el entramado mundial. Por eso la dimensión espiritual es también fundamental para entender todo esto, y para buscar la solución, como planteo abajo, que pasa por la liberación, empoderamiento y salvación redentora del ciudadano común a nivel planetario.

Me pueden tomar como un denunciante que le pone el cascabel al gato, ya que yo también he estado en The Matrix: fui jefe del gabinete económico durante un año con Hugo Chávez (2002-2003), y lo he hecho, por otro lado. Por otra parte, también ha sido testigo de la corrupción de la dirigencia opositora venezolana desde hace tiempo, porque intentaron, en una emboscada junto con el entonces vicepresidente del gobierno de Chávez, de corromperme cuando yo era el zar anticorrupción como presidente de la Comisión Nacional de Transformación. Además de eso, he utilizado mi formación en la Universidad de Chicago para analizar toda mi experiencia con herramientas económicas, en particular de Teoría de Juegos. 

Así que por favor consideren mi enfoque como una contribución al debate, por lo cual estoy abierto a aprender de todos ustedes, como también he aprendido de mis errores en todo este proceso que es una  búsqueda de la verdad y de lo que es conveniente para la humanidad en estos tiempos apocalípticos. 

En ese sentido propongo “La Vía Solidaria” como una solución a nuestros problemas para los tiempos venideros. En ese modelo de sociedad pongo a la ciudadanía en el centro del poder como el soberano, que escoge, en un proceso de aprendizaje en el tiempo, qué combinación de mercado y estado es buena para su nación y para el mundo, dadas sus circunstancias (que incluyen capacidades), su historia y las disputas y propuestas habituales entre los políticos y analistas, que deben servir a la gente, no servirse de ella, como ha sucedido desde hace mucho tiempo, especialmente ahora. 

En ese modelo de sociedad se libera la ciencia y la tecnología porque compitiendo con la privada, es más eficiente incluso como modelo de negocios, que la ciencia y la tecnología privadas. Por ejemplo, las vacunas contra el Covid 19 no tendrían patentes, sino que su producción sería “genérica” y se democratizaría el conocimiento en todo el mundo, con los ciudadanos rescatando la verdad frente a los fake news de los poderosos queriendo esclavizarlos mediante propaganda, la cultura de la cancelación, y los bots en las redes sociales.  También se minimizaría la dominación de los bancos privados y los bancos centrales sobre los ciudadanos y los inversionistas con su capacidad de crear dinero privado y público. Los ciudadanos, por su parte,  se crearían sus propios mecanismos de financiamiento y de intercambio, no sujeto a robos por default de los bancos privados o de los impuestos inflacionarios de los gobiernos, en sus naciones, y en el mundo, como el caso del dólar 

Sí hubo conspiración y fraude en Estados Unidos.


Sobre el tema de la conspiración y fraude ya no debería haber dudas al respecto entre los conocedores. Eso es lo principal a pesar de los engaños que los grandes medios de comunicación, que ahora tratan de desviar  la atención hacia otros temas, siempre sesgados a favor de  Biden, a pesar de su desastroso desempeño en tan corto tiempo. 

Hice un análisis detallado y riguroso sobre el asunto

https://www.quehacer.wiki/wiki/Conspiracy_and_fraud_in_the_US_elections

y mi conclusión es que la conspiración y el fraude masivo son ciertos. El presidente legítimo es Donald Trump, mientras que Joe Biden es un usurpador y un títere de una alianza de grandes corporaciones privadas con países como China. Venezuela jugó un papel en ese resultado, como lo dije originalmente. 

Mi análisis se basa en el uso de poderosas herramientas de economía, como la teoría del Agente-Principal y los Juegos de Señales, que permiten hacer inferencias sobre la culpabilidad o inocencia de un político basado en su desempeño público, suponiendo el peor escenario posible para variables tratadas como completamente no-observables, como el fraude y la conspiración. En mi análisis prevalece el rigor teórico y la evidencia empírica bien documentada, pero la teoría es bastante simple para una persona conocedora, así como la evidencia utilizada para sustentarla. 

Asumí la tarea de explicárselo a la gente sin formación académica engañada por los medios y los políticos. Pero como se trata de ciencias sociales, podría estar equivocado incluso en un escenario tan simple, y me encantaría saber si algún analista encuentra errores en mi contribución al debate franco y serio que propongo para buscar aquí la verdad de una vez por todas. Es hora de que personas honestas y conocedoras se aboquen a estudiar este asunto, ya que las consecuencias son devastadoras, no solo para Estados Unidos, sino para Venezuela y el mundo entero. 

Más allá de la discusión de si Trump es mejor o no que Biden, esto confirma lo que dije en el artículo que Ross critica, que reproduzco aquí para referencia: 

https://www.movimientolibertadores.com/doc/MessageUScitizensv2.pdf  

Caza-rentas, maldición de la abundancia, y rentismo en EEUU. 


Como la descalificación de mi persona es crucial para las conclusiones de quienes me critican, me centraré en eso ahora por sus implicaciones más generales, dada mi teoría del contagio de una nueva cepa del virus venezolano a la sociedad de Estados Unidos.   

Empiezo con un error fundamental que cometen algunos que me critican cuando hago el paralelismo entre Venezuela y Estados Unidos, diciendo que es impensable que este último país padezca de una enfermedad del primero, la maldición de la abundancia. Esa enfermedad ha sido documentada como enfermedad socio-política y económica en la literatura especializada para los Petro-estados y otros países cuyos gobiernos dependen fuertemente de los ingresos por la propiedad sobre commodities como diamantes, oro, cobre, etc. Pero Estados Unidos no necesita ser un país de ese tipo para caer en la enfermedad del rentismo, que está muy relacionado pero que se diferencia de la maldición de la abundancia. 

En cualquier país democrático sin estas dos enfermedades, los caza-renta son, por definición, los que usan sus conexiones en el gobierno, mediante lobistas (cabilderos) contratados por ellos para extraer beneficios de esas influencias políticas que, al no venir la productividad económica, se denominan rentas. De ahí viene el nombre de la enfermedad. El rentismo se da cuando los caza-renta llegan al extremo de capturar al gobierno mediante títeres, con lo cual la institución pasa de servir a los ciudadanos, los legítimos soberanos, a servir a sus nuevos dueños de facto. Sus lobistas del pasado pasan a ser funcionarios electos ahora, que es exactamente lo que ha pasado en Estados Unidos y lo pone en curso de convergencia hacia Venezuela, con sus diferencias que mencionaremos ahora. 

Los síntomas económicos de la maldición de la abundancia, la inestabilidad macroeconómica, y la enfermedad holandesa, no se dan en el rentismo, sino solo en la variante venezolana. La inestabilidad viene de la volatilidad exógena de los precios de los commodities como el petróleo, mientras que el segundo síntoma viene de la sobrevaluación de la moneda. Pero los síntomas políticos que he descrito, derivados de la conformación del cartel de mafias que captura el gobierno, sí se dan también en el rentismo: populismo rentista, centralismo administrativo y territorial, militarismo, corrupción endémica, régimen de facto en vez de jure. Y se dan en regímenes con dictaduras, pero también con falsas democracias: un régimen de facto no tiene por qué consistir en una dictadura militar, por ejemplo, pero puede ser una dictadura sofisticada, como la que hemos descrito para Estados Unidos de ahora.

El conflicto no es entre derecha e izquierda, sino entre el bien y el mal. 

 

Esto conecta con mi supuesto extremismo populista que coloca todo entre el bien y el mal. Primero que todo, es cierto que Trump tenía algo de populista. Pero Biden lo es aún más, incluso a juzgar por su su gestión durante los pocos días en el cargo y por el hecho de que, como he explicado, el populismo rentista es un síntoma esencial del rentismo que permite al cartel mafioso dominante mantener el poder mediante elecciones amañadas y compradas. En realidad, esto sucedió en estas elecciones cuando los buscadores de rentas no tenían el control total, sino que estaban bien organizados para alcanzarlo. Como he explicado en el ensayo, no se conformarán con el poder ejecutivo nacional. Quieren todo el pastel, toda la nación. Y de todos modos, cuando las mafias caza-renta están en el poder, el rentismo populista se convierte en algo normal, particularmente durante las elecciones, para ayudar a comprar la conciencia de los ciudadanos desfavorecidos por alguna razón como en Venezuela, con sus condiciones sociales y políticas específicas. En los EE. UU. Utilizan temas de raza, género, muertes por Covid 19, seguro médico, condición social, infraestructura, cambio climático, etc.

Esto se conecta con mi presunto extremismo populista que sitúa todo entre el bien y el mal. Primero que todo, es cierto que Trump tenía algo de populista. Pero Biden es más populista aún, aún a juzgar por sus pocos días de gobierno y por el hecho de que, como he explicado, el populismo rentista es un síntoma esencial del rentismo que permite al cartel mafias dominantes mantener el poder mediante elecciones amañadas y compradas. Esto ocurrió de hecho en estas elecciones en que los caza-renta no estaban en el poder, pero se organizaron para llegar a él. Cuando están en el poder las mafias caza-renta, lo del rentismo populista se convierte en una ocurrencia normal, en particular durante las elecciones, para ayudar a comprar la conciencia de los ciudadanos desvalidos por alguna razón (raza, género, condición social), como en Venezuela. 

Lo de la contradicción entre el bien y mal no es, pues, un asunto de dictadura o populismo versus democracia. Esa afirmación tampoco tiene en cuenta la naturaleza de la enfermedad del rentismo en el sentido de que quienes mueven los hilos en un régimen como ese, como se ha demostrado en Venezuela y se está viendo ya en parte en Estados Unidos, capturan también a parte clave de la oposición independientemente de su ideología, además del partido gobernante. No importa si son de izquierda o de derecha. No importa si son del gobierno o de la oposición. 

En Venezuela, la dirigencia opositora y los analistas presuntamente conocedores han partido de un mapa de conflicto erróneo, como si en Venezuela tuviéramos una dictadura convencional. Con eso tratan de imponernos, a quienes impulsamos la estrategia del coraje, que nos unamos a esa oposición que está capturada también, a juzgar por sus obras, por los titiriteros en el país. Eso también ha ocurrido en EEUU en esta elección, como hemos observado por el comportamiento de algunos RINOs, como se les llama a los republicanos que realmente no lo son.  

Si el conflicto es realmente, como he estado insistiendo desde hace tiempo para corregir ese error, entre los corruptos, agrupados entre títeres y titiriteros, y el resto de los venezolanos, la unidad correcta es la de los honestos independientemente de su ideología, sea izquierda o derecha. Por lo demás, así como la correlación entre los que juegan coraje y son honestos ha sido clara a lo largo de todo este proceso político, la que existe entre corrupción y cohabitación también es evidente. Esas variables, coraje y cohabitación, que son observables, son las que hemos utilizado para impulsar decisiones gerenciales en la política venezolana, para poder saber quién es el verdadero enemigo y poder ser efectivos en este conflicto, aunque estemos conscientes de los errores (tipo 1 y 2) que cometes cuando lo haces, y de que tienes que aprender en el proceso en el que cometes errores pero los vas corrigiendo sobre la marcha.  

Si partes del mapa de conflicto equivocado en una guerra, la pierdes de entrada, que es lo que ha pasado en Venezuela. No queremos que suceda en los Estados Unidos también, pues es un aliado determinante para nosotros y el mundo occidental y por eso lo estamos alertando.  La unidad en Estados Unidos debe ser entonces la misma: entre patriotas, sean de derecha o izquierda, negros, asiáticos, latinos o blancos, mujeres u hombres, para luchar por su nación, que está en grave peligro. 

Por supuesto que los conflictos ideológicos existen, y deben existir, en una democracia normal. Lo que apunto es para casos como Venezuela, y ahora, aunque de manera incipiente pero fuerte porque envuelve las más altas esferas del poder, en Estados Unidos.

Mis errores en la predicción de la caída de Maduro y los errores de otros analistas 


En relación a mis fallas de predicción de caída de Maduro, tiene que ver con que yo mismo cometí ese error de creer por un tiempo que la contradicción era entre gobierno y oposición. Pero como voy a explicar, hay que ponerlo en contexto, pues se debió a que confié demasiado en la dirigencia opositora creyendo que iba a jugar coraje en el juego del halcón y la gallina hace cuatro años: 

https://www.lapatilla.com/site/2016/10/18/felipe-perez-marti-obediencia-constitucional/

Era una predicción natural, pues era el único equilibrio de Nash si tienes fuerzas relativamente superiores. Al jugar cohabitación terminó favoreciendo al desgobierno de Maduro, como a estas alturas muchos analistas equivocados también lo saben, algunos sin reconocer su error y hablando solo del mío.

No falló el juego; y es uno de mis aportes a la realidad venezolana actual, pues el juego es de facto, por la fuerza, y no de iure, por elecciones, como muchos analistas reconocen ahora. Si tienes más fuerza relativa, debes jugar coraje, no cohabitación. Y nosotros  teníamos esa superioridad en ese momento: la fuerza armada en su mayoría contra Maduro (según los mejores expertos en la materia), la población en su gran mayoría, la comunidad internacional (con Trump, Colombia, Brasil a la cabeza), y las fuerza políticas.

Es interesante que mi error fue el mismo de quienes tampoco quieren admitir en este momento que en EEUU hay unos caza-renta que mueven los hilos y capturaron para preparar la elección a parte de los políticos de gobierno (en ese caso republicanos, los RINOs) y parte de la oposición (demócratas). Por mi parte corregí ese error hace tiempo y ahora predigo que con la alianza con Joe Biden no se va a sacar a Maduro del poder, mucho menos al sistema caza-renta: 

https://www.movimientolibertadores.com/doc/QueHacerBidenGuaido.pdf

Pero la mayoría de los analistas venezolanos, incluyendo a Caracas Chronicles, todavía no han corregido ese error. Sin embargo me atacan por esa falla de predicción y no corrigen la suya, lo cual no les permite ver que con esa oposición venezolana, y más con Joe Biden en EEUU, Maduro y su régimen van a permanecer en el poder, ahora fortalecidos luego del debilitamiento opositor por la Consulta. Fue la misma oposición que también apoyó a Biden y se puso contra Trump. No por casualidad: están los dos con el caza-rentismo internacional.

El error de los analistas que proponían la estrategia de la cohabitación fue mucho mayor que el mío y eso no lo menciona el Caracas Chronicles, uno de los proponentes de esa estrategia, pues predecían que con ella la oposición iba a ganar esta confrontación contra el desgobierno de Maduro, lo cual yo sabía que era falso completamente y lo dije desde el principio. 

De hecho terminé siendo el que tenía razón, porque esa estrategia de cohabitación no ha funcionado ya que, como denuncié repetidamente, ni siquiera implicaba un equilibrio de Nash en el juego de confrontación fáctica que estábamos jugando: si el enemigo da la señal que no va a confrontarse, que el régimen de Maduro tiene incentivos para no cooperar y desviarse del supuesto acuerdo, jugando  la estrategia del coraje y así apoderaría de todo el territorio, que es lo que ocurrió. Lo paradójico es que algunos de esos mismos analistas que me criticaban (¡y sólo algunos!), ahora afirman que de los delincuentes en el poder no se puede salir con elecciones y diálogo: lo correcto es la estrategia del coraje. Ellos tampoco reconocen su error, sino que culpan a la víctima de sus errores: a mí, y al pueblo venezolano, al que han traicionado una y otra vez. 

En resumen para esta sección: mi error fue creer que la dirigencia opositora iba a jugar coraje. Si hubiera ocurrido, Maduro hubiera caído. Pero los demás analistas  también se equivocaron, pues creían que con la estrategia de cohabitación, que aconsejaron, se iba a salir de Maduro, cosa que no ocurrió. Ahora siguen equivocados muchos de ellos, entre ellos Caracas Chronicles y suponen que con esa estrategia de diálogo, ahora liderada por el embajador de EEUU, James Story,  se va a salir de Maduro, que tampoco es cierto esta vez. Por otro lado, otros equivocados al principio ahora reconocen que la estrategia correcta es la del coraje, pero no reconocen su error. El único equivocado era yo y ellos y los medios lo repiten una y otra vez. ¿Les suena conocido esto?

Mis aportes al debate venezolano relacionados con el cartel de mafias caza-renta.


Muchos analistas y políticos de la falsa oposición han usado ese error para descalificarme, lo cual es una falacia ad hominem. Pero también están usando la falacia del hombre de paja para poner en duda mi autoridad, pues solo se fijan en un aspecto de mi desempeño, y no todo lo demás, que arroja luces sobre mi currículum y mi conocimiento de la realidad venezolana como punto de partida para el análisis de la realidad estadounidense y mundial.  Aquí hago una lista sin numeración.

Predije la hiperinflación cuando nadie pensaba en eso como posible, relacionándolo con las políticas públicas del cartel de mafias del desgobierno cuando bajó el ingreso petrolero y los déficits fiscales se hicieron muy grandes y endémicos. También vi claro que en ese momento aumentaron los lazos de sumisión con China, Rusia e Irán, a cambio de entregarles parte del territorio nacional

Predije la somalización-africanización de Venezuela cuando nadie creía eso venir y ahora lo vemos claramente. Como consecuencia de la baja en el ingreso petrolero también se incrementaron los negocios sucios de las mafias caza-renta, como el tráfico de drogas por parte de la cúpula militar corrupta y arreciaron las políticas públicas que apretaron el cinturón a los ciudadanos y mantuvieron la bonanza para los poderosos. Bajó la calidad de los servicios públicos básicos, como agua, electricidad, gas, vialidad, seguridad. Todo esto produjo lo que hemos llamado “desgobierno”, que desembocó entre otras cosas, en esa somalización y pérdida de soberanía nacional en parte del territorio (con la guerrilla colombiana también), y con países vecinos, como Guyana. En ese contexto los policías y guardias nacionales, al ver sus ingresos mermados, empezaron a cobrar “impuestos” (que llamamos popularmente vacunas) a los ciudadanos, y se convirtieron en mafias de extorsión. Lo mismo que los alcaldes y gobernadores en todo el territorio.

Predije la composición exacta de la Asamblea Nacional del 2015 que dio supermayoría a la oposición, un error de cálculo del desgobierno para lavarse la cara, típico de los regímenes caza-renta que se lavan la cara como falsas democracias a través de elecciones que no los afectan. Luego el desgobierno la neutralizó por completo como poder independiente.

Formulé la teoría citada que implica las estrategias del coraje y la cohabitación para salir no solo de Maduro sino del sistema caza-renta.

Formulé la teoría de los secuestradores y los rehenes, y la estrategia ganadora cercándolos, con una amenaza creíble y ofreciendo puente de plata, el salvoconducto. Una estrategia contra un régimen de facto, como el que está empezando a tomar forma en Estados Unidos. Formulé la teoría esencial para evaluar sobre bases políticas y estratégicas sólidas el diálogo y su desenlace adaptando la teoría clásica del conflicto y la negociación a Venezuela. Las bases principales son dos: 1. representatividad de los ciudadanos, no de las mafias de la oposición; 2. suficiente poder de negociación. Nada de esto se cumplió, por lo que falló el diálogo, como va a fallar ahora, por falta de las dos cosas. Desenmascaré la falsa presunción de inocencia de los políticos corruptos de oposición usando la teoría del Agente-Principal. Ahora está pasando en EEUU con la cultura de la cancelación: se está negando el derecho a la libre expresión de los ciudadanos, como en el caso de Sidney Powell y Michael Lindell: https://www.quehacer.wiki/wiki/Powell_no_es_una_mentirosa

Caractericé el verdadero mapa de conflicto: no es entre derecha e izquierda, o entre gobierno y oposición, sino entre caza-renta y sus títeres políticos, incluyendo los opositores y el resto de los venezolanos.

Introduje criterios gerenciales y estratégicos a la política venezolana para diseñar una coalición ganadora, la de los honestos con la estrategia del coraje, frente a los corruptos del régimen y la oposición, con la estrategia de la cohabitación.

Propuse la idea del plebiscito original del 16J en el 2016 en el grupo de Lewis Pérez y de ahí se extendió a nivel nacional y se realizó en 2017, en lo cual participé. Con eso ocurrió un hecho histórico para estándares mundiales de una elección ciudadana pacífica contra un régimen delincuencial. Fue traicionado por la dirigencia opositora capturada por el caza-rentismo. Promoví la recuperación del Movimiento Libertadores, que implementó el Plebiscito, luego de que ella MUD lo utilizara y traicionara la decisión ciudadana. Propusimos en el 2020 la realización de otro plebiscito como primarias para unificar a la oposición y como mecanismo de afianzamiento de la Asamblea Nacional como institución y elección de una Junta de Transición. La dirigencia opositora no estuvo de acuerdo porque hubiera perdido esa elección ante un liderazgo del coraje. Con eso aprendimos con más razón que esa dirigencia opositora no quería salir del sistema caza-renta. Aquí hago una lista sin numeración:

Impulsé el Plan de Consenso Nacional durante mi estadía en el gobierno de Chávez en 2002, que fue rechazado por Fedecámaras, la asociación principal del sector privado, y la cúpula opositora. En vez de aceptar la apertura para un diálogo con un sistema de mercado, impulsaron el paro petrolero para deponer a Chávez, y con esto lo enviaron a las manos de Fidel Castro. Ahí aprendí los primeros indicios sobre el caza-rentismo del liderazgo opositor.

Implementé el mejor régimen cambiario que ha tenido Venezuela en la era petrolera: flotación limpia, de mercado puro y duro. Pero la oposición no quería el mercado sino el caza-rentismo, y eso condujo a Chávez a aliarse con Cuba y el socialismo y el islamismo a nivel mundial: China, Rusia, Irán.

Ejemplo importante para la tesis: Mi régimen cambiario de mercado y cómo fue saboteado.


El último punto se conecta con la información falsa de que soy el autor del control de cambios. Al contrario, pues el régimen de control de cambios ha servido para enriquecerse más a los caza-renta y empobrecer a los demás ciudadanos, como he denunciado repetidas veces. Por el contrario lideré como jefe de la economía  la implantación  del mejor régimen cambiario que ha tenido Venezuela en su era petrolera: de mercado. Flotación limpia con bandas anchas que nunca se tocaron porque el mercado mantuvo endógenamente la tasa dentro de las mismas. El paro petrolero liderado por Fedecámaras, la dirigencia sindical y la oposición para deponer a Chávez produjo, hacia el final de ese proceso de paro, una corrida contra el Bolívar políticamente motivada como última táctica para tratar de ganarle a Chávez en la confrontación. Fracasaron para tumbar a Chávez, pero tuvieron éxito en evitar que un buen cambio pro-mercado tomara cuerpo en Venezuela

Por eso traté de defender mi sistema cambiario de mercado con una cadena de televisión (todas las estaciones de televisión y radio transmitieron mi mensaje en vivo y en directo) para tratar de controlar las expectativas de fuga contra el Bolívar y oponiéndome a la propuesta de control de cambios de Fidel Castro y Armando León, Director del Banco Central de Venezuela. Pero Chávez les creyó a ellos en vez de mí, a pesar de que yo era el jefe del gabinete económico, e impuso el control. Pedí entonces, aceptando a regañadientes, que fuera por tres meses para volver a mi sistema. Pero Chávez no aceptó y empezó la guerra económica con el control de cambios; se echó a las manos de Fidel Castro (ahí fue que empezó el viraje hacia el “Socialismo del Siglo XXI”, realmente) y solo quedó el nombre de CADIVI de nuestra propuesta de control temporal de cambios. Aquí lo narro, en un debate imprescindible hoy, luego de una entrevista que me hizo Sebastiana Barráez: 

https://www.twitlonger.com/show/n_1sri5fr

En ese momento del paro petrolero y sus consecuencias experimenté mi primera alerta sobre el caza-rentismo, pues esa dirigencia política y económica opositora no quería una economía de mercado y un estado de derecho, como se demostró al rechazar mi propuesta como jefe de la economía, y eso quedó claro cuando sabotearon mi régimen cambiario de mercado, que había funcionado tan bien. El chavismo posterior tampoco, como sabemos, y en eso se unieron con la dirigencia opositora sobre el sistema caza-renta, solo que estaban en conflicto sobre qué mafia tenía el poder dentro del cartel de mafias caza-renta. 

Son responsables conjuntos de de lo que está pasando hoy: tanto Chávez, como la dirigencia opositora y la dirigencia empresarial. Incluso si ustedes no lo creen, el velo desinformativo es tan grande en Venezuela que el ciudadano común todavía no sabe estas cosas, pues lo tienen engañado y dividido para apoyar a uno u otro títere de los caza-rentas. Aquí te das cuenta de Venezuela como un excelente ejemplo también de esto, del arma comunicacional como clave para los caza-rentas. Por  eso tengo claro lo que está pasando en Estados Unidos sobre la cultura de la cancelación: engañan a los ciudadanos y los dividen entre ellos, quienes se atacan entre sí sin saber quién está moviendo los hilos en el teatro de títeres, que es el que ellos ven y en el cual se parcializa por uno de ellos. Afortunadamente en Estados Unidos está despertando una parte importante de la población, y está llamando a la unión ciudadana, independientemente de su ideología, por su país. 

Sobre el asalto al Congreso de EEUU y el falso paralelismo con Venezuela. 


Lo de culpar a la víctima es normal en los criminales, como veremos también ahora en relación a Trump. Al respecto, comentaré sobre el tema del asalto al Congreso en los EEUU y el paralelismo que Ross hace con el asalto a la Asamblea Nacional en Venezuela. Cosas totalmente distintas e incomparables. En Venezuela fue cierto. Pero es que el desgobierno de Chávez y Maduro estaban en el poder y la Asamblea Nacional era la víctima. En Estados Unidos la cosa es opuesta: hubo un fraude masivo, como hemos demostrado y el pueblo se sintió impotente. Trump no llamó al allanamiento violento, sino a una manifestación legítima y pacífica, y ahí hubo infiltración de los conspiradores para culparlo: lo tenían todo planificado para sacar la foto y culparlos. 

Pero incluso si la violencia hubiera sido por parte de seguidores de Trump, el juicio es diferente: los culpables fueron los conspiradores que cometieron fraude y quienes los apoyaron. La razón es que no puedes culpar a una víctima de apuñalamiento si esta le mienta la madre al asesino mientras el agresor lo está matando. El asesino no debería armar una alharaca si la víctima se comporta de manera “irrespetuosa”. Es lo que hicieron aquí los líderes del asesinato de la nación estadounidense: culparon a quienes se quejaban por haberles quitado su país. 

Los muertos de ese incidente y el irrespeto a la institucionalidad son muertos e irrespetos de los criminales electorales. Y gente como Clifton Ross, Caracas Chronicles y los ciudadanos demócratas de Estados  Unidos fueron convertidos en asesinos culposos sin saberlo: fueron otras víctimas adicionales, al ser también engañados y utilizados en su buena fe por los conspiradores.    

Los ataques contra mis creencias religiosas y el origen de la democracia.  


Ahora paso a la descalificación política por mi confesión religiosa. La iglesia católica fue realmente la fundadora de la civilización occidental con su democracia y su cuidado por los desvalidos. Las nuevas investigaciones históricas muestran que eso ocurrió durante lo que los liberales y comunistas han llamado “la edad oscura”, la Edad Media, para contrastar con “la ilustración”, que atacó lo espiritual y alabó lo racional y lo material. La democracia moderna, más allá de la griega y la romana, se basa en el concepto de igualdad plena de cada persona ante Dios, independientemente de su condición social, su raza, su género, su ideología o ciudadanía. Provino de los monasterios y luego se fue extendiendo progresivamente a toda la sociedad, que era cristiana. De ahí vienen los parlamentos, el estado de derecho, la condena del absolutismo y el derecho a la rebelión popular, así como el fin del feudalismo. 

La degeneración moderna de la civilización occidental tiene sus raíces en el abandono de la dimensión espiritual de los humanos, no me cabe duda; en la idolatría por el racionalismo y el materialismo y la separación arbitraria entre lo político-social y lo espiritual, cosas en las que están de acuerdo el liberalismo con el comunismo. 

En lo religioso, la masonería, con sus estilos secretos y sus redes de poder económico y político, tiene mucho que ver con lo que pasó durante la ilustración y está pasando ahora, para sorpresa de muchos, pues está detrás de bambalinas en este nuevo acuerdo de dominación mundial que une, paradójicamente, lo peor del capitalismo (el corporativismo privado, rentista) con el comunismo (el cercenamiento de la libertad mediante la dominación estatal y totalitaria de la intimidad de cada persona, incluyendo la mental).  

La degeneración en materia de idolización de la riqueza material, del ego, el hedonismo, y la separación del hombre de la naturaleza han llevado a la gran mayoría de  los humanos a una nueva forma de esclavitud, aprovechada e incentivada por los poderosos. 

Quienes dominan en ese mundo son los que tienen el poder económico y el político. Es una falsa ilusión que esa alianza caza-renta mundial está a favor de las mujeres, los negros, los desvalidos, los excluidos. Al contrario, los utilizan, como ha ocurrido en esta conspiración, poseyendo, literalmente, y manipulando sus mentes para utilizarlos políticamente y mantenerlos esclavizados panópticamente.

Así que la “ilustración” del liberalismo y el comunismo, ahora unidos, representa la verdadera edad oscura, que necesita iluminación en lo que  viene, que debe estar signado, so pena de la extinción de la especie humana, por la vuelta a la armonía y el equilibrio entre lo espiritual y lo material: la ciencia natural, incluyendo lo sexual, lo alimenticio, el descanso (no el ocio alienante) y calidad de vida, por un lado; y la ciencia social, incluyendo lo político, lo laboral, lo productivo, el uso adecuado de los recursos naturales y el respeto por la naturaleza, por el otro.

De manera que el asunto que nos ocupa es espiritual en lo más fundamental. Kurt Gödel, con sus teoremas de incompletitud de la matemática, mostró lo ridículo de las idolatrías del  racionalismo y el materialismo, que no ha conducido sino al período apocalíptico en que estamos viviendo. Creer que solo somos materia y razón es como creer que la tierra es el único objeto en el universo.  

Por cierto que la iglesia católica también está en crisis. Por ejemplo, el Papa Francisco aunque lo sigo en lo espiritual como católico que soy, está equivocado acerca de lo político en Venezuela y Estados Unidos. En Venezuela está mal aconsejado, pues la estrategia de la cohabitación, la falsa paz, está equivocada, como expliqué. Y en EEUU, Biden no es un buen católico, sino falso, manejado por fuerzas malignas descritas arriba. Creo que eso va a estar cambiando y un movimiento de renovación interna en la iglesia también debe venir en ese sentido como ha ocurrido a lo largo de los siglos por inspiración divina. Esa renovación incluye usar las ciencias sociales teniendo en cuenta también en el ámbito humano la lógica de Dios, como lo ha hecho en las leyes naturales, de las cuales fueron precursoras en la edad media. Así podrá retomar el liderazgo moral para los cambios que deben venir en lo social, lo político y lo económico, además de lo espiritual. 

La Vía Solidaria: mi propuesta para el mundo del futuro. 


Esto conecta con la crítica a mi propuesta de la Vía Solidaria, como algo utópico. Deberían haber citado mi propuesta original: http://que-hacer.org.ve/wiki/La_V%C3%ADa_Solidaria#La_v.C3.ADa_solidaria y no basarse en afirmaciones absurdas y plagadas de errores básicos encontradas en Internet, como la de que postulo el comunismo. Lo absurdo y falso es negar el mecanismo altruista como un complemento al mercado y al estado. En una familia armónica la madre no cobra dinero a un precio al bebé por la leche con que lo alimenta; la abuela no paga a su nieto por llevarla al médico; un hermano no cobra a otro, desempleado, por la ayuda que le da; el padre no cobra impuestos a los miembros de la familia para subsidiar el pago del transporte de los hijos a la escuela. 

Mi propuesta, plasmada como Vía Solidaria, es que los ciudadanos, basados en sus familias y redes solidarias, tengan todo el poder para decidir en qué combinación usan el mercado (propuesta de la derecha) y el estado (propuesta de la izquierda) como herramientas, no como dictadores o dioses que se imponen ideológicamente y en la práctica sobre ellos. Rompe con el capitalismo y el socialismo y pone en el centro a la persona, que por su lado está en armonía con su esencia espiritual, material, familiar y comunitaria, liberando el conocimiento en un modo de producción similar al del software libre, como bien público por naturaleza que es, contra la noción de las patentes y las licencias privadas, menos eficientes tanto socialmente como en términos de modelo de negocios. Que se basa en los servicios, no en el producto, que los hackers (en el buen sentido) de todo tipo, incluyendo científicos, investigadores, analistas, periodistas, producen y liberan como una forma de señalar su capacidad en el mercado laboral para esos servicios. Nada que ver con utopía arbitraria,  populismo ni chavismo: es la organización social más real, natural, además de conveniente y democrático, que te puedas imaginar , que ya tiene grandes ejemplos en la vida real, que están en auge, como el del software libre, la tecnología libre (incluyendo medicamentos genéricos y recetas).  

Ni trumpista ni chavista. Mi experticia en Venezuela y EEUU. Conclusión. 


Termino diciendo que es falso que soy trumpista o chavista. Trump es un aliado de los venezolanos, de los estadounidenses y del mundo occidental, aunque es cierto que tiene muchas deficiencias. No me cabe duda de que mil veces mejor que Biden por lo que he dicho. Sobre el chavismo, fui quien introdujo el término de “Comandante Supremo”, pues cuando Chávez me pidió que lo ayudara en el gobierno, le dije que si había contradicciones entre nosotros en las políticas públicas, yo iba a seguir a mi conciencia, no a sus directrices como presidente. Él estuvo de acuerdo, y ocurrió varias veces, como he comentado en otros lugares. Luego se cambió ese término, y los chavistas se lo adjudicaron a Chávez erróneamente. 

Finalmente, no es tan cierto lo que dicen algunos acerca de mi ignorancia sobre cómo funciona EEUU. Al contrario. Según me  dijo Robert Lucas, mi asesor de tesis de grado en Chicago, “si tú estudias un tema con constancia y coherencia, usando buenos métodos de investigación y aprendiendo de tus errores, terminas siendo el mejor del mundo en esa materia”. Nuestra experiencia en Venezuela, metódicamente estudiada, me ha permitido convertirme en experto mundial, no solo en lo nuestro, sino también en lo que está pasando en Estados Unidos, pues ahí el virus venezolano de la maldición de la abundancia está cundiendo con otra cepa, la del rentismo. Modestia aparte, conozco el virus venezolano y su remedio. Pero también conozco el virus norteamericano, una mutación convertida en nueva cepa, y su remedio. Me atrevo a decir que conozco la enfermedad del mundo y propongo una solución, La Vía Solidaria. Por eso mi artículo original y el segundo que cito al principio de este nuevo ensayo. Es cierto que que ignoro muchas cosas de EEUU y el mundo, por supuesto, pero en este tema, que es vital, creo que conozco bastante como para hacer una contribución al debate necesario. 

En ese sentido, evalúen ustedes, estimados lectores, sobre quién tiene la razón y cuál es la razón en todo esto para generar ese necesario debate propuesto al comenzar este ensayo. Sabemos que en ciencias sociales dos más dos no son cuatro, sino aproximadamente cuatro. Si te equivocas por encima o por debajo, vas corrigiendo con el aprendizaje. Es lo que he tratado de hacer, y por tanto también lo haré esta vez. Por favor háganme llegar sus comentarios y sugerencias para corregir, mejorar, interactuar y unir fuerzas ciudadanas impulsadas con moral, luces y amor. 

Pero tengamos algo claro: la verdad para los ciudadanos no es necesariamente la misma que para los caza-renta y sus agentes, entre ellos muchos medios, analistas, encuestadores, académicos, políticos, líderes empresariales y gremiales. Si no, veamos la gran confusión que ha habido sobre el tema de la pandemia, las vacunas, el fraude, las redes sociales, etc. Nuestra verdad no puede ser la de los intereses ajenos a los ciudadanos. Mi apuesta es que el mundo del mal perderá la pelea frente al del bien. La luz vence las sombras, y para el ojo avizor, esa luz está llegando en Venezuela y en Estados Unidos, entre otros lugares, a través de los movimientos de resistencia y regeneración con sus nuevos liderazgos que actúan con bases morales y espirituales. 

Cordialmente y pendientes, 

Felipe

@Sabiens; [email protected]