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Revisión actual del 19:01 17 sep 2014
II. Fundamentos teóricos: Bancos centrales nacionales y el sistema financiero
Bancos Centrales y dinero primario
- Para evitar las corridas injustificadas, y los contagios que llevan aparejados, que no se deben a la falta de solvencia de un banco, surgió la figura del Banco Central, como un banco de bancos. En algunos lugares eran privados, pero con la “colaboración” del Estado (como en Estados Unidos, donde el Banco de la Reserva Federal es básicamente privado). En la mayoría de los países es de propiedad pública.
- La idea de la función del banco central era la siguiente: las notas bancarias emitidas por este banco de bancos era el “dinero de curso legal”. Esto quiere decir que todos en ese país deben aceptar como medio de pago esas notas, que ahora se llaman “monedas y billetes”, o “dinero primario”, en cuyos lados empezaron a aparecer figuras nacionales, como los reyes, o próceres nacionales.
- El oro fue centralizado aquí, como la la base de reservas de ese nuevo dinero. Pero la base principal, como venimos exponiendo, eran los créditos otorgados a todos los bancos del “sistema bancario” del país (y el crédito al gobierno, de lo cual hablaremos después).
- La cosa operaba así: El BC (banco central) emitía monedas y billetes a favor de los bancos, y como contrapartida los bancos emitían bonos de deuda a favor del BC. Luego, los bancos daban al público esas monedas y billetes en vez de oro cuando había retiro de sus “depósitos”. Y por esa vía empezaron a circular las monedas y billetes entre la gente, sobre todo en ciertas operaciones en que no se podía usar los depósitos bancarios (movilizables a través de cheques y tarjetas).
- Esto en realidad no fue de un momento a otro, sino que tomó tiempo, pero al final eso fue lo que pasó, como observamos hoy por hoy.
- El sistema servía como mecanismo para evitar las corridas porque si un banco solvente veía que venía mucha gente a su taquilla (que es el origen de la palabra “banco”, por cierto) a retirar monedas y billetes, entonces pedía automáticamente un crédito al BC, que, con todo el “poder del mundo”, simplemente ponía la maquinita de imprimir dinero a funcionar (las monedas eran emitidas en metales durables, pero de muy poco valor; y los billetes tenían un costo de impresión muy por debajo de su valor nominal).
- Como la gente estaba obligada a aceptar eso como medio de pago de sus depósitos del banco en cuestión, y había suficiente ahora, entonces la cosa funcionaba. Tenía valor porque era “dinero de fe”, “fiat money”, como explicaremos abajo. Por eso el BC desarrolló un departamento de control de la solvencia de los bancos muy fuerte: debía no solo saber cuáles bancos eran solventes, sino además imponer medidas regulatorias para que el banco no se desviara de las prácticas de “banca sólida” (sound banking), en particular, para que no se prestara a sí misma, y conservara una cartera de créditos segura, y una tasa de “encaje legal” apropiado.
- Tasa de encaje es la cantidad de reservas y capital como porcentaje del total de depósitos, y el legal debía imponer una parte importante del capital de los dueños, de manera que a la hora de una quiebra, ellos respondieran por lo sucedido ante sus acreedores.
- El BC, era entonces el “prestamista de última instancia”: si había un intento de corrida, se pedía prestado al BC, y la cosa llegaba hasta ahí, pues era obligatorio la aceptación de su dinero como medio definitivo para saldar los pagos de deudas. Esto fue el santo remedio contra las corridas y los contagios, lo que implicó que todas las ventajas que hemos descrito de optimización del crédito que aumenta el ahorro y la inversión en la economía.
Seguro de depósitos
- Pero, para concluir esta parte, había casos en que el BC se equivocaba, y los bancos en crisis no eran solventes en la práctica. El crédito en dinero del BC entonces podría tener una contrapartida “mala” de deuda de un banco insolvente por sus malos créditos. En esos casos, una corrida sería la consecuencia obligada si el BC no intervenía.
- Lo que ocurrió en esos casos, es que el BC, o una institución relacionada, establecía un “seguro de depósitos”, garantizando a la gente que sus depósitos, o un porcentaje importante de ellos, tendrían una contrapartida en dinero asegurada por el BC mismo, que “intervenía” el banco malo, para reordenar su negocio, como quien asume una empresa en quiebra y la reorganiza.
Inflación y devaluación
- En la práctica, esto debía funcionar porque en promedio, no quebraban muchos bancos a la vez por razones de solvencia: el éxito de unos compensaba la quiebra de otros. Cuando había “riesgo agregado”, y la economía fallaba como un todo, pues indudablemente que habría inflación, pues se emitía más dinero que la contrapartida de producción real.
- Y el dinero se devaluaba con relación al oro, en los mercados (y con respecto a las divisas en poder del BC que luego el BC empezó a tener).
- Pero la inflación y la devaluación eran males menores, compartidos por todos los tenedores de dinero, comparados con los males de las quiebras generalizadas de bancos por las corridas y sus contagios. Por eso, valía la pena tener los bancos centrales operando.
“Integración” o unificación monetaria al interior de un país
- Notemos algo muy importante: al surgir el BC, hubo una unificación natural del tipo de cambio entre las notas bancarias: se impuso un tipo de cambio fijo entre esos distintos dineros, y el tipo de cambio se convirtió en uno por uno, al igual que entre las notas y el dinero del BC era uno por uno.
- La razón es que, si había garantía de que las notas bancarias de los distintos bancos prácticamente nunca perderían su valor frente a las monedas y billetes, entonces las dos tasas de interés arriba mencionadas, de 10% y de 20%, se irían a cero, pues este tipo de dinero no necesita de la solvencia del banco particular que las emite para conservar su valor, sino de la garantía de su valor por el BC.
- De ahí surgieron naturalmente las “cuentas corrientes” de los bancos, que no generan interés normalmente. Las que sí lo generan son las que no son movilizables tan frecuentemente, las “cuentas de ahorro”, y “a plazo”. Estas últimas son activos financieros, no dinero.
- Últimamente también las de ahorro son movilizables por medio de tarjetas de débito, pero hay una tendencia natural también a la unificación de la tasa de interés que pagan, aunque es positiva, lo que implica que valen menos que las monedas y billetes, de acuerdo al cálculo que hicimos. La razón es que estas cuentas también están garantizadas por el BC, o la institución de seguro de depósitos.
- En realidad, son menos líquidas, como vemos, y la liquidez ahora se ve como la característica de los activos financieros que tienen menos tasa de interés (y por tanto, valen más). Pero es crucial tener en cuenta que, si un activo financiero no tiene seguro por la autoridad monetaria, entonces sí que va a tener una tasa de interés, relativamente alta, variable, y diferente de acuerdo al banco y su solvencia.
¿Tipo de cambio fijo a nivel mundial?
- Si extendemos esto a la realidad internacional, si surge un banco central mundial, entonces es de esperarse que se unifiquen los tipos de cambio a nivel mundial. Esto solucionaría la mayor parte de los problemas monetario-cambiaros de hoy: guerras cambiarias, corridas contra países, contagios, crisis financieras, señoreaje, autopréstamos, etc.
- El que se imponga esto va a depender claramente de la economía política mundial, pues hay fuertes intereses que se perjudicarían, como el de los grandes bancos, y los países líderes, como Estados Unidos.
Bonos del gobierno y la cantidad de dinero, la inflación y la devaluación
- Volvamos a una economía nacional con banco central. Una cosa importante de incluir en nuestra teoría, es la interacción del sistema financiero-monetario que hemos venido presentando con el gobierno.
- La relación con los inversionistas privados ya se ha descrito, y se podría ampliar para incluir créditos de consumo, como por ejemplo compras de vivienda, o automóviles (el consumo es en realidad el uso de los bienes, que son durables, en estos casos). Se otorgan a personas que pueden retornar el préstamo por su potencial productivo futuro, aunque sea a través de remuneraciones.
- En el caso del gobierno, este puede tener más gastos que ingresos, y solicita créditos no directamente para una inversión o gasto corriente determinados, normalmente, sino a través de emisión de instrumentos financieros, como bonos. El banco, sea privado, o el banco central, compra estos bonos con depósitos o dinero primario, respectivamente. Normalmente se entiende que el gobierno tiene capacidad de pago, pues puede cobrar impuestos, o endeudarse de nuevo para pagar los bonos debidos.
- Con esto, podemos describir otra función del Banco Central, además de prestamista de última instancia: controlar la cantidad de dinero en la economía, y por esa vía la inflación y la tasa de cambio (el valor interno y externo de la moneda).
- Esa institución puede, por ejemplo, comprar esos bonos del gobierno a bancos privados a cambio de monedas y billetes. Esto expande la cantidad de dinero en la economía, pues el banco privado adquiere por esta vía más reservas monetarias, y entonces puede expandir el crédito si hay circunstancias reales que lo requieren y posibilitan. Una operación contraria, de venta de bonos del gobierno por parte del BC, contrae la masa monetaria. Estas operaciones se denominan “operaciones de mercado abierto”.
- Como introdujimos arriba, un aumento de la cantidad de dinero sin que eso se traduzca en un aumento del producto, produce normalmente incremento de precios de los bienes disponibles para su compra. Lo contrario tiende a producir baja de precios. De manera que, a través del control de la masa monetaria, el BC puede controlar la inflación.
- Si introducimos en el análisis el hecho de que la economía es abierta, cuando hay un incremento de oferta de dinero, y hay presión inflacionaria, la gente empieza a ver atractivo tanto conservar el valor de su riqueza, comprando reservas al Banco Central (oro, dólares), como comprar bienes en el exterior (importar) que conservan sus precios relativamente más baratos. Estos dos motivos hacen que el dinero se deprecie también con respecto a las reservas, o a los dineros de otros países.
- De manera que el valor interno y externo de la moneda están relacionados de esta manera: la inflación y la devaluación van normalmente juntos; son las dos caras de la misma moneda, las dos caras del mismo billete, por así decirlo.
- La inyección de dinero en la economía tiene otra consecuencia a ser considerada: baja la tasa de interés (al aumentar la demanda de bonos, sube su precio, y baja su tasa de interés implícita, por un cálculo similar al que hicimos arriba). Esto puede tener un impacto en el estímulo a la inversión. Así que las decisiones de control de inflación, y de impulso al desarrollo están relacionadas, en particular si se coordinan con un plan del gobierno sobre lo último, lo que muestra otra función del banco central en una economía.
Desarrollo económico, ciclos económicos y redistribución
- Lo que pueden hacer los bancos tradicionales no es suficiente, frecuentemente, para cubrir todo el potencial de inversión productiva en la economía. Eso lo ha demostrado la experiencia del “banco del pueblo” de Junus. El potencial de gente pobre, excluida de la sociedad “bancarizada” básicamente no es tomado en cuenta por los bancos tradicionales. Hay gente ahí que, si recibiera una oportunidad, podría perfectamente invertir y producir un retorno a quien le da crédito. Como es gente que no tiene bienes colaterales para un crédito estándar, se inventó el crédito “corresponsable”, en que la comunidad local avala a quienes reciben el crédito, de manera que si falla, todos pagan de alguna manera.
- El mecanismo funciona porque se corrige la falla de mercado de información asimétrica: la comunidad sabe quién es quién, y los bancos tradicionales no llegan a esos niveles de discernimiento de la información.
- El gobierno mismo puede impulsar ese tipo de experiencia, sobre todo si cuenta con organizaciones locales adecuadas, como los consejos comunales bien diseñados de acuerdo a lo se plantea en el documento Qué Hacer. Para eso puede coordinar políticas fiscales, productivas, y monetarias. Y el fin es tanto el desarrollo, como la inclusión y todo lo que conlleva en términos de eliminación de la pobreza.
- Pero políticas de desarrollo que el sector bancario no puede acometer también por fallas de mercado (fallas para acometer programas desarrollo productivo de gran escala, y de plazos largos, por ejemplo), pueden perfectamente implicar coordinación de política monetaria con política fiscal, productiva, comercial y redistributiva.
- Sobre la política redistributiva, es bueno señalar que un mecanismo puro y duro de hacerlo consiste en el “helicopter drop”, o “caída de helicóptero”, conocido académicamente. Si hay una comunidad excluida, en que es difícil saber quién es quién en términos productivos, en ocasiones medidas de simplemente transferir dinero o recursos comprados con dinero nuevo, pueden tener un efecto redistributivo, por un lado, y productivo, por otro, a pesar de un efecto inflacionario que puede resultar de eso. La disyuntiva la manejará un gobierno responsable que tiene en cuenta el impacto total sobre el bienestar de sociedad, de acuerdo a sus objetivos políticos.
- Finalmente, el control de los ciclos económicos con políticas monetarias y fiscales “anti-cíclicas” han sido demostradas positivas para la economía, tanto teóricamente, como empíricamente. Tiene que ver con la acción del estado para corregir fallas del mercado, que por sí mismo no controla las crisis económicas, por ejemplo, sino que más bien las puede exacerbar, cosa que perjudica al desarrollo y a la población pobre.
- Todas estas medidas, que complementan las relacionadas con el impacto comentado sobre la economía privada, requieren de soberanía monetaria para poder realizarse. Regímenes que impidan esa soberanía, como la dolarización, el tipo de cambio fijo, y el control de cambios, por diseño, no podrían, si son coherentes con sus objetivos cambiarios, perseguir este tipo de medidas.
Deuda monetizada del gobierno, y señoreaje
- En un principio, de hecho, los Bancos Centrales se usaron como medio para financiar la deuda del gobierno. El gobierno emitía bonos, comprados directamente por el BC, que emitía billetes y monedas a favor su favor. Así financiaba su déficit de gasto no cubierto por impuestos reales. Es un déficit “monetizado”, si se financia de esta manera.
- Entonces el gobierno gana “señoreaje”, que es el ingreso que viene de comprar bienes reales con dinero que no cuesta producir. Sin entrar en precisiones, en el señoreaje hay un componente de lo que se llama también “impuesto inflacionario”, pues la gente le transfiere bienes reales al gobierno por esta vía, que implica inflación, porque es dinero nuevo emitido que no va acompañado por bienes nuevos producidos. De este tema hablaremos más abajo.
Independencia del Banco Central
- El abuso de este tipo de instrumento de financiación ha producido muchos problemas históricamente en la economía, y hasta huelgas, guerras, y golpes de Estado. Bolívar señaló esto como una causa determinante de la caída de la primera República, como citamos al principio del documento.
- Es por esto que posteriormente se instituyó la independencia de los BC del poder ejecutivo del gobierno, y se estableció su objetivo de mantener el valor interno y externo de la moneda. Lo primero controlando la inflación, y lo segundo, la devaluación.
- Hay casos, como se dice en el anexo A, en que la emisión de dinero se puede usar en políticas de desarrollo, pero debe hacerse con mucha prudencia, para no caer en el objetivo de financiamiento monetizante del déficit, que sí que es pernicioso desligado de dicha política. Así, se hace necesario con frecuencia la interdependencia entre las políticas monetarias y las fiscales orientadas al desarrollo económico y a de control de ciclos económicos (en recesiones hay que gastar más e inyectar dinero; en booms hay que gastar menos y contraer la masa monetaria: esto para estabilizar la economía).
El objetivo de la política monetaria óptima
- Una vez que hay en nuestra economía bancos centrales, y teniendo en cuenta lo que hemos venido diciendo de que la base del dinero es la economía real, se puede establecer claramente un objetivo claro de política monetaria, al que debe adaptarse el objetivo de la tasa de cambio, del cual hablaremos abajo: la masa monetaria debe obedecer a las necesidades de medio de cambio y reserva de valor de la economía interna. Esto se traduce en garantizar la utilidad del uso del dinero, por lo cual aquí está implícita la obligación de la estabilidad de precios, pues esa es la expresión del valor de la moneda (no entraremos a las dificultades que trae en la economía la incertidumbre sobre los precios, sobre todo para los menos favorecidos).
- Notemos que en este objetivo está implícita la garantía de que no habrá corridas ni contagios, ni auto-préstamos de los bancos. Esto garantiza que el aumento de eficiencia en el uso del ahorro y el emprendimiento de inversión sean garantizados. Esto tiene que ver, pues, con el objetivo de desarrollo económico en la sociedad, en particular en el ámbito privado.
- Aparte de este objetivo, que tiene que ver con una corrección de la fallas del mercado, como mencionamos, el estado puede intervenir en el mercado para lograr objetivos adicionales, que no están en contradicción con el primero. El banco central, pues, debe coordinar con el gobierno las políticas monetarias activas que posibiliten el desarrollo, controlen la volatilidad de los ciclos económicos, y las políticas redistributivas. Sobre esto se habla en el Anexo B.
- Un objetivo adicional es el de impedir el financiamiento irresponsable de la deuda pública con emisión de dinero del banco central. Aunque eso está implícito en el primer objetivo, este último se establece explícitamente al establecer la independencia del banco central y su prioridad para garantizar el primer objetivo.